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El tijeretazo en la rebaja en la luz incrementa la desventaja de Asturias ante Alemania y Francia

La interrumpibilidad era el único mecanismo que reducía la brecha con los competidores, que tienen exenciones de impuestos y compensaciones

El tijeretazo en la rebaja en la luz incrementa la desventaja de Asturias ante Alemania y Francia

El ahorro en costes energéticos que la gran industria asturiana obtenía a través de la subasta eléctrica se ha ido por la chimenea. Se evaporó, según las empresas, por las condiciones que el Gobierno fijó para la última subasta de interrumpibilidad. Sin esa retribución, aumenta la desventaja competitiva en el precio energético de la industria asturiana con respecto a la de países como Francia y Alemania. La brecha sigue creciendo y desde sectores como el siderúrgico, uno de los motores de Asturias, advierten de que están "al borde del abismo".

Las subastas. En 2014, año en el que se celebró la primera subasta de interrumpibilidad, las empresas electrointensivas obtuvieron una retribución de 550 millones de euros por estar dispuestas a reducir su consumo eléctrico cuando el sistema eléctrico lo requiere. Entre 2015 y 2017 la retribución se mantuvo por encima de los 500 millones, en 2018 bajó a 316, en 2019 a 196 y para el primer semestre de 2020 será de 4,38 millones. Además, inicialmente el operador de sistema eléctrico sólo activaba el servicio de interrumpibilidad por motivos técnicos, de garantía de suministro, pero en los últimos años se ha introducido también el criterio económico (que no se dispare el precio la electricidad), con lo que se han incrementado las paradas de producción.

La última puja. El Ministerio para la Transición Ecológica asegura que fue la Comisión Europea quien forzó los cambios en la última subasta eléctrica para que no saltaran las alarmas de incumplimiento de la normativa comunitaria que veta las ayudas de Estado. De los 2.340 megavatios que se subastaron en el segundo semestre de este año se pasaron a 1.000 para primer semestre de 2020 y además desaparecieron los bloques de potencia de 40 MW (a los que sólo optaban grandes industriales electrointensivas como ArcelorMittal, Asturiana de Zinc o Alcoa) y solo se dejaron los de 5 MW. El resultado fue una competencia feroz entre grandes y medianas empresas por una menguada potencia interrumpible que hizo que los precios se hundieran. De las 118 plantas industriales que compitieron en la subasta sólo 30 obtuvieron alguno de los 200 bloques de interrumpibilidad y a un precio medio de 8.764 euros/MW y año, un 93% más bajo que el precio de salida de 125.000 euros. La retribución total, o lo que es lo mismo, la rebaja en el precio de la luz para el conjunto de la industria electrointensiva de España, será de 4,38 millones de euros. "Es una reducción de la retribución del 95% con respecto a la de 2019, lo que significa que el principal mecanismo que existía para reducir el diferencial del precio eléctrico con nuestros principales competidores europeos está en mínimos y por lo tanto su impacto en la competitividad de nuestra industria se hará notar a corto plazo, sin lugar a dudas", señalaron ayer fuentes de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), de la que forman parte, entro otras, ArcelorMittal y Asturiana de Zinc.

Las ayudas del CO 2 . A raíz del resultado de la subasta, tanto el Gobierno de España como el del Principado destacaron que parte de la caída de la retribución por interrumpibilidad que sufren las industrias electrointensivas se compensa con el aumento de las subvenciones del mecanismo de compensación de costes de emisiones indirectas de gases de efecto invernadero, que en 2019 se elevaron a 172,23 millones de euros, más del doble de los 83,8 millones del año anterior.

El precio de la electricidad. Además, la ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, destacó en las últimas fechas que el precio de la electricidad está bajando e incluso puntualmente es inferior al de países como Francia. No obstante se refiere al precio del mercado mayorista o "pool", no al precio final que pagan las industrias y que incluye peajes e impuestos, y sobre el que se aplican compensaciones. "En 2019, el precio del mercado eléctrico en España se ha reducido unos 9 euros/MWh con respecto a 2018, debido principalmente al menor precio del gas natural en el segundo semestre, situación que también se ha trasladado a los mercados francés y alemán, que siguen presentando unos precios de 9 a 11 euros /MWh más bajos que el de España. El otro componente del precio final (costes del sistema, cargos e impuestos) mantiene el diferencial de 10-15 euros/ MWh. Por lo tanto, la diferencia de precios finales con nuestros principales competidores europeos de 20-25 euros/MWh se mantiene inalterable", aseguraron fuentes de AEGE.

La comparativa. En Alemania y Francia las retribuciones por interrumpibidad eran inferiores a las que se pagaban en los últimos años en España, aunque nunca han bajado a los niveles previstos aquí para el primer semestre de 2020. En Alemania y Francia, como en España, también hay subvenciones por los costes del CO2, pero además hay una serie de compensaciones para la industria electrointensiva que no hay en España. Así, por ejemplo, según destaca un estudio elaborado por la consultora Deloitte, tanto en Alemania como en Francia hay una exención total del impuesto sobre electricidad, mientras que en España es parcial, y a mayores, en Alemania hay una reducción de los cargos para financiar las renovables y una exención parcial de los costes del sistema, y en Francia, además de esas mismas compensaciones, la compañía eléctrica EDF (que tiene un 70% el capital en manos públicas) ofrece precios específicos para los grandes consumidores que reducen el precio del "pool". En 2017 y 2018, el impacto de las compensaciones en el precio de la electricidad fue de 109 euros/MWH en Alemania, de 46 euros en Francia y de 8 en España. Si además se evapora la intrrumpibilidad y el estatuto del consumidor electrointensivo no llega (se anunció hace un año), la brecha sigue creciendo.

El presidente la Federación de Empresarios del Metal y Afines de Asturias (Femetal), Guillermo Ulacia, advirtió ayer de que el resultado de la subasta de interrumpibilidad para el primer semestre del año "aumenta la vulnerabilidad de las empresas asturianas", por lo que subrayó la necesidad de explorar alternativas para actualizar los costes regulados que afrontan las industrias electrointensivas.

Ulacia señaló que las empresas asturianas cada vez tienen más problemas para competir en el mercado internacional y advirtió de que si continúa esta tendencia se pondrán en riesgo todos los planes de modernización de las empresas, así como su crecimiento y el empleo que generan. Más del 60% de los costes eléctricos son costes regulados, señaló Ulacia, que añadió que si Europa pone condiciones para hacer subastas de interrumpibilidad habrá que explorar alternativas para que esos costes que soportan las industrias se actualicen y se pueda cerrar la diferencia de precios de electricidad que tiene la industria española con la de sus competidores de Francia o Alemania.

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, reivindicó la necesidad de la aprobación del estatuto de consumidores electroinstensivos ante los resultados de la subasta de interrumpibilidad para la industria de la región. Losa recalcó la importancia de que estas empresas cuenten con un "marco legal seguro" de forma que su actividad "no se vea afectada". "Daría seguridad jurídica a las fórmulas que se puedan establecer", señaló.

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