El sector frigorífico, que factura 200 millones de euros al año y emplea a 13.000 personas en España, quiere ser tratado como otras industrias y poder acceder a las bonificaciones del impuesto eléctrico y a las ayudas por eficiencia energética, explicó Julián Corriá, presidente de la patronal Aldefe. La asociación quiere trasladar sus demandas a los responsables gubernamentales en cuanto se constituya el nuevo Ejecutivo.
Para el sector frigorífico, que se encarga de mantener a temperatura controlada (congelados o refrigerados) todo tipo de productos, el recibo de la luz supone un 40 % de sus costes. Aldefe, que ha creado una comercializadora de energía para conseguir mejores precios, se queja de la fiscalidad ligada al suministro energético y destaca que su sector, al no ser considerado una industria, está excluido de las bonificaciones al impuesto eléctrico y tampoco puede acceder a las ayudas a la eficiencia energética.
La asociación pide también una normativa que evite el intrusismo en esta actividad. Según explicó Corriá a "Efe", los productores de congelados ofrecen parte de su capacidad sobrante, lo que supone una competencia desleal porque sus instalaciones no reúnen las mismas condiciones que las del sector frigorífico. Para destacar ese hecho, Aldefe trabaja en la creación de un sello de calidad.
A pesar de esos problemas, las expectativas del sector son positivas, ya que España "se ha convertido en una potencia mundial agro-ganadera y eso favorece la exportación de productos congelados", apuntó Corriá. No obstante, preocupa la posibilidad de que se forme una "burbuja" en el sector por la entrada en funcionamiento en los últimos meses "de forma descoordinada" de nueva capacidad.
