La Tercera Vía, una de las tres tendencias que agrupan a los socios de Central Lechera Asturiana (Clas), no presentará candidato a la presidencia de esta sociedad agraria de transformación en las elecciones que darán comienzo el próximo martes para renovar íntegramente la asamblea de la sociedad, el 50% de su junta rectora y de su comisión de control, y la presidencia, cuyo actual titular, Bertino Velasco, no podrá repetir en el cargo tras consumir los dos mandatos consecutivos (doce años) que permiten como máximo los actuales estatutos de la compañía.
La Tercera Vía ha decidido, en un debate interno, no competir por la presidencia al considerar que "ya no hay causas, como en el pasado, para hacer una oposición frontal" porque nadie cuestiona en este momento, dijeron, "la legalidad, viabilidad y continuidad" de Clas con su actual personalidad jurídica como sociedad agraria de transformación.
Este sector sí concurrirá a la elecciones para formar parte de la asamblea (la votación por los socios, que comienza el martes, se prolongará durante un mes) y, una vez que se proclamen los 93 miembros de este órgano, los integrantes que pertenezcan a la Tercera Vía decidirán si optan o no a cargos en la junta rectora y en la comisión de control, que deberán ser renovados al 50%. El grupo también decidirá en ese momento, y sin disciplina de voto, si apoya o no a alguno de los candidatos que pudieran postularse para optar a la presidencia. La Tercera Vía decidió que determinará su voto en la elección del próximo presidente (bien apoyo a un candidato o abstención) en función de a quién considere más "capacitado y comprometido" para la sociedad y de la proclividad del aspirante a "tener en cuenta todas las sensibilidades y opiniones" y a "tomarlas en consideración y debatirlas" para crear "un clima de entendimiento".
Sector oficial. La tendencia hoy más numerosa, y que tradicionalmente ha sido considerada como sector oficial (la liderada por el presidente saliente, Bertino Velasco) aspira a que sólo haya un candidato a la presidencia, según dijo Velasco el pasado 18 de diciembre. Este sector fue la fuerza mayoritaria que ganó las últimas convocatorias (en la de 2016 se hizo con el 71% de la asamblea y hoy posee el 100% de la junta rectora y de la comisión de control) y la pretensión de su núcleo duro es que el grupo postule a un candidato afín a Velasco, según señaló el mes pasado el presidente saliente. No obstante, y dado que son los miembros de la asamblea (los llamados compromisarios) los que, una vez proclamados, elegirán al presidente y a los seis miembros de la rectora y a los dos de la comisión de control que deben ser renovados, no se podrá descartar hasta entonces que pueda haber más interesados en el sector oficial que pudieran dar el paso de postularse si consideran que cuentan con suficiente apoyo en el máximo órgano decisorio de la sociedad.
Sector crítico. Ese criterio es por el que ha optado el grupo considerado crítico, y que en las últimas convocatorias lideró el exsecretario de la junta rectora Alfredo José Pérez Fernández. Fuentes de este colectivo señalaron que tomarán una decisión una vez que se conozca la correlación de fuerzas que emane de la próxima asamblea y cuya composición para el periodo 2020-2023 van a decidir todos los socios durante el próximo mes.
El proceso. En las últimas elecciones presidenciales (las de 2013) se presentaron tres candidatos, uno por cada tendencia: Bertino Velasco, Alfredo José Pérez y Jesús Álvarez Morán. Central Lechera ha empezado a enviar a los 5.813 socios los boletines de designación de compromisarios. Esta primera fase del proceso electoral durará un mes. Los socios están divididos en ocho zonas electorales. Los 1.117 socios activos (los que entregan leche) elegirán a 77 compromisarios y los 4.696 socios pasivos decidirán los 16 restantes (dos por cada una de las ocho demarcaciones).
Denuncia sindical. La sección sindical de CC OO de Industria en Capsa (filial industrial de Clas) planteó ayer a los consejeros de Medio Rural e Industria del Principado su inquietud por lo que considera falta de inversiones y plan industrial en la factoría de Granda (Siero), la mayor que el grupo lácteo tiene en España.
