Los abundantes parques y reservas naturales de Asturias estarán conectados en lo que la Fundación Asturiana de la Energía (Faen) ha denominado como una "senda eléctrica" y que, en concreto, supondrá que los usuarios de coches eléctricos puedan moverse tranquilamente de uno a otro de estos lugares del "paraíso natural" sin temor a quedarse tirados en el trayecto. En el fondo el objetivo es el de captar al atractivo grupo de turistas que suponen los usuarios de este tipo de vehículos. El proyecto está en marcha y ya se están instalando los primeros puntos de recarga en el entorno de la basílica de Covadonga, en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa. El objetivo es que todos los espacios semejantes se enchufen al coche eléctrico.
El director de la Faen, Juan Carlos Aguilera, explica que esta iniciativa no está exenta de dificultades. "Estamos hablando de entornos que no son zonas en las que haya un gran volumen de coches, por tanto para la empresa que se decida a instalar el punto de recarga tendrá unos costes que difícilmente van a recuperar en el corto plazo", señala. Y añade: "El lado positivo es que estamos encontrando muy buena acogida entre las compañías". La es idea liderada por la Faen está en la agenda de la Mesa de la Movilidad Eléctrica, en la que está representados el Gobierno regional, empresas del sector, usuarios, la Universidad de Oviedo y el Instituto de Desarrollo Económico del Principado (Idepa). La esencia del proyecto de las vías verdes eléctricas la resume Aguilera: "Se trata de que si quieres ir de un espacio natural a otro puedas hacerlo en coche eléctrico y tengas punto de recarga de acceso público a tu disposición".
El turista que es usuario de coche eléctrico, dicen desde el sector, suele tener unas características singulares. Suele contar con un buen poder adquisitivo -de hecho estos vehículos tienen aún un coste bastante elevado, por lo que no son aptos para todos los bolsillos - y tener una fuerte conciencia medioambiental. Las bajas emisiones contaminantes de estos coches frente a los de combustión (gasolina y gasóleo) es lo que empuja a muchos a lanzarse a adquirir estos vehículos.
El cargador de Covadonga fue de los primeros en instalarse en una zona protegida y Faen está trabajando ya para que pueda haber otro en las cercanías de Caso, en el parque natural de Redes e ir tupiendo la nueva vía verde eléctrica. La mayor dificultad está en el Suroccidente asturiano, una de las zonas de la región en las que hay un vacío de puntos de recarga. "Pero estamos en vías de solucionarlo", señala Aguilera.
La Faen ha firmado también un convenio con la Sociedad Asturiana de Promoción Turística para que algunos museos de la región puedan tener puntos de recarga para eléctricos. En tramitación está una de estas "eletrolineras" en la Laboral en Gijón, otra en el Parque Jurásico de Colunga y una más en el de la Prehistoria de Teverga. Y también se está evaluando llegar a otras infraestructuras turísticas como a las estaciones de esquí.
