La producción de la industria asturiana cayó el pasado año un 4,2% respecto al ejercicio anterior, el segundo mayor descenso entre las comunidades autónomas, frente al repunte medio nacional del 0,6%, según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). El retroceso de Asturias se explica principalmente por un descenso superior al 18% en los resultados de la rema energética, en concreto por la baja actividad de las témicas de carbón.

Esa caída anual, que contrasta con el avance del 2,2% registrado en 2018, se produce después de que la producción industrial del Principado retrocediera un 8% interanual en en el mes de diciembre.

En España

En el conjunto del país, la producción industrial aumentó una media del 0,6 % en 2019, por debajo del 0,7 % de 2018, con lo que continúa su proceso de ralentización. La producción nacional modera así su crecimiento después de haber repuntado un 0,7 % en 2018, un 2,9 % en 2017, un 1,6 % en 2016, un 3,3 % en 2015 y un 1,5 % en 2014, unos avances que pusieron fin a tres años de descensos.

Una vez corregidos los efectos estacionales y de calendario (la diferencia de días hábiles entre un año y otro), el índice de producción industrial (IPI) registró un crecimiento medio del 0,6 %. El subsector más dinámico fue el de bienes de equipo.