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Es hora de soluciones

La posición sindical ante las dificultades de Asturias

Es hora de soluciones

Comenzamos el año con una importante novedad: Comisiones Obreras gana por primera vez en cuarenta años las elecciones sindicales en Asturies. Nada ocurre por casualidad; en los últimos años hemos protagonizado una importante remontada que nos ha permitido recortar progresivamente una distancia de más de cuatrocientos delegados y delegadas hasta dar la vuelta al marcador y vencer con claridad. Para lograrlo ha sido crucial el trabajo de proximidad, diario y anónimo de miles de delegadas y delegados, de los hombres y mujeres de Comisiones, que han demostrado que somos un sindicato fuerte, coherente y capaz de mejorar las condiciones de trabajo, haciendo avanzar nuestros derechos, porque sabemos que no hay un conflicto pequeño y que la mejor forma de ejercer el sindicalismo es desde la ejemplaridad, el compromiso y la honestidad.

Ser el primer sindicato supone una mayor responsabilidad, porque son cada vez más, las personas que confían en CC OO y eso nos obliga a ser más exigentes, trabajar con más rigor, esforzarnos más para seguir aumentando nuestro apoyo, demostrando con nuestra acción diaria que las organizaciones sindicales de clase somos la herramienta más útil para las personas que tenemos que trabajar para ganarnos la vida. Y que la unión hace la fuerza, así que afiliarse y organizarse es el mejor camino para conseguir subidas salariales, mejores condiciones laborales, más derechos y más igualdad.

Tenemos por delante un año lleno de dificultades e incertidumbres. Uno de los principales pilares de nuestra economía, la industria, atraviesa por una situación de emergencia que requiere pasar de las palabras a los hechos si no queremos condenarla a una lenta agonía que tendría efectos demoledores para el empleo y la actividad económica en nuestra comunidad. Necesitamos mejorar la propuesta de estatuto para las electrointensivas, porque no es tolerable que tengamos que afrontar unos costes energéticos muy superiores a los que existen en Francia o Alemania. Es prioritario despejar las incógnitas sobre un proceso de transición energética que debe ser una oportunidad para impulsar un nuevo modelo productivo, más sostenible y eficiente, que nos permita competir por arriba, con alta tecnología y servicios con valor añadido. Y eso supone impedir que la descarbonización se convierta en una coartada para abandonar a su suerte a territorios enteros.

No hay tiempo que perder para poner en marcha medidas valientes y audaces, porque los beneficios empresariales crecen pero seguimos sin ser capaces de recuperar los niveles de empleo previos a la crisis (estafa) económica, y la precariedad es una auténtica plaga en nuestro mercado laboral que se traduce en contratos efímeros y sueldos de hambre que generan un círculo vicioso: cada vez hay más trabajadores y trabajadoras pobres que luego tampoco tienen acceso a prestaciones por desempleo (más de 35.700 personas no trabajan y tampoco reciben prestación en Asturies).

Los datos de paro entre las personas mayores de 45 años son muy preocupantes, porque cada vez es más frecuente que los últimos años de vida laboral se conviertan en una auténtica penitencia y alcanzar la jubilación sea una carrera llena de obstáculos. En el mejor de los casos, supone acabar consiguiendo una pensión de hojalata que aumentará la pobreza entre nuestros mayores en las próximas décadas.

Frente a los problemas, hay que aportar soluciones. Por eso desde CC OO reclamamos al Gobierno de Asturies que ponga en marcha una batería de medidas con tres grandes ejes. El primero, crear empleo decente, especialmente para jóvenes y mayores de 45 años, mujeres, y parados de larga duración. El paro es la principal preocupación de nuestra sociedad. El segundo, blindar el futuro de nuestra industria y fortalecer la actividad económica mediante un mayor apoyo a las pymes y al trabajo autónomo, estableciendo una alianza de hierro con la ciencia y la investigación para que el talento y la innovación sean los verdaderos protagonistas del imprescindible (e impostergable) proceso de cambio en nuestro tejido productivo para ser más competitivos y tener así más futuro. El tercero es proteger a las personas, y eso nos obliga a no mirar a otro lado mientras vemos cómo aumentan las listas de espera por falta de personal en los centros de salud y hospitales públicos, faltan profesores en nuestras escuelas o profesionales en las residencias públicas, por no hablar de los atascos en el salario social o la dependencia.

Estos son tres ejes de actuación fundamentales, pero no pueden ser los únicos. Es necesario poner en marcha otras medidas para dar una respuesta global a los grandes desafíos que tenemos por delante: impulsar el área metropolitana, desbloquear las inversiones que necesitamos en materia de infraestructuras, (como puede ser el ferrocarril), o todo lo relacionado con la pérdida de población y el reto demográfico, son cuestiones que nos deben ocupar y preocupar.

En esta línea estamos trabajando en el marco de la concertación social en Asturies, defendiendo propuestas realistas y rigurosas. Sabemos que es necesario alcanzar amplios consensos para poder avanzar, pero también que no vale cualquier acuerdo. Por eso trabajaremos desde la responsabilidad y con seriedad, pero también con ambición, firmeza y exigencia, porque nuestra tierra se la juega esta legislatura.

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