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La oferta laboral de un negocio en expansión

Las tecnológicas proponen reciclar para su sector a los excedentes de la banca

El empleo entre las compañías TIC asturianas crece a un ritmo del 6% anual, pese a las dificultades para encontrar nuevos profesionales

Pocas grandes, muchas pequeñas. MARA VILLAMUZA

El sector asturiano de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es una fuente de empleo -estable en un alto porcentaje de los casos- que ni la última crisis económica consiguió menoscabar forma seria, pero sigue sufriendo problemas para encontrar personal cualificado. Ante la situación de estrangulamiento laboral que viven las compañías del sector, el Clúster TIC (la agrupación de empresas tecnológicas de la región) maneja la propuesta de habilitar una especie de curso puente para tratar de reciclar y reorientar a profesionales de otros sectores, como el de la banca, que, por las razones que sean, se hayan quedado sin empleo. Esta formación estaría orientada a aquellos que en el día a día de su trabajo tenían una mayor relación con el manejo de ordenadores.

Unos candidatos ideales a participar en este programa serían los empleados de la banca, según señala el director general del Clúster TIC, Enrique Jáimez. Las entidades financieras están sufriendo un proceso de adelgazamiento, lo que está trayendo consigo el cierre de oficinas y, consecuentemente, que el número de excedentes y desempleados en el sector haya crecido durante los últimos años. Jáimez señala que serían candidatos ideales para ocupar puestos relacionados con lo que se conoce como "fintech" (tecnologías vinculadas con servicios financieros).

El curso puente que proponen los empresarios tecnológicos dotaría a estos trabajadores de unas habilidades para incorporarse a un sector que es insaciable desde el punto de vista laboral. Pero, evidentemente, lo harían en un escalón por debajo de aquellos que tuvieran un grado mayor de especialización. "El talento es un bien escaso, y necesitamos articular un paquete para atraerlo hacia nuestro sector", señala Jáimez. Uno de los perfiles que más demandan los empleados es el de programador. La escasez de este tipo de profesionales es absoluta. "La nuestra es una actividad en la que el paro es cero", apunta. La gran mayoría de estudiantes -tanto los universitarios como los de Formación Profesional (FP)- consiguen trabajo nada más acabar sus estudios. Algunos, incluso, antes de finalizar.

Las cifras económicas del sector son impolutas. Cada año el empleo entre las empresas tecnológicas asturianas crece del orden del 6%. La facturación también va para arriba de forma continuada. Aunque los cálculos sobre el número de trabajadores que suman estas compañías son cuanto menos orientativos. El más ajustado señala que la plantilla puede andar rondando los 7.000 trabajadores. Es más, señala Jáimez que durante los peores años de la crisis económica, el de las nuevas tecnologías fue de los pocos sectores que no destruyeron empleo. Salvo algún que otro parón, continuó creciendo con cierto brío. "Creó empleo y no lo destruyó", señala.

Ante esta situación, el Clúster TIC va a iniciar un estudio para comprobar cuáles son las necesidades que a día de hoy tienen las compañías del sector. Más en concreto, va a realizarlo en Gijón, uno de los concejos que mayor concentración tiene de tecnológicas. "Queremos saber bien qué es lo que quieren las compañías, qué tipo de puestos concretos demandan", apunta Jáimez. Luego, el trabajo debe continuar y, lógicamente, el siguiente paso sería trasladar esos resultados a los centros formativos para intentar que las cuentas cuadren. Dentro de esta iniciativa, el Clúster celebrará el próximo jueves una jornada en Gijón que llevará por título "El talento y la formación como motores del sector tecnológico". En ella participarán algunas de las principales compañías del sector, la patronal nacional Ametic y representantes del Gobierno regional, de la Escuela Politécnica de Ingeniería y de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo. El objetivo es sentar entre todos las bases para paliar las necesidades de personal del sector.

Otra de las principales preocupaciones de las compañías es la falta de vocaciones entre las mujeres. Son muy pocas las que optan por estos estudios. Solo hay un 13% de mujeres que eligen la rama de la Ingeniería Informática y en la FP el porcentaje es aún menor.

Eso sí, los trabajadores, pese a no tener problemas de paro, sí que tienen algunas quejas. Entre ellas, que el sector tiene una tasa de rotación bastante elevada. Los cambios de una empresa a otra en función de las fluctuaciones de la carga de trabajo son frecuentes. A sumar, que aquellos que quieran tener unos sueldos más altos tienen que emprender el viaje hacia otras regiones, especialmente a Madrid. Lo que estrangula aún más las necesidades laborales del sector.

Preocupación por las altas tasas de abandono de los estudios

A la falta de personal cualificado que preocupa a las empresas asturianas de las nuevas tecnologías y la información (TIC) también se unen las altas tasas de abandono que tienen estos estudios, tanto los universitarios como los de Formación Profesional (FP), durante el primer año. El sector no encuentra explicación vistas las amplias posibilidades de trabajo que ofrece. El caso es que las tecnológicas no son las únicas que tienen esta queja. También las compañías del metal han detectado que se está dando una situación similar y denuncian que están sufriendo un problema de estrangulamiento laboral muy parecido al que también tienen las TIC. “Nuestro problema es que lo que necesitamos es materia gris, es como si a una fábrica la faltara la materia prima”, señala el director general del Clúster TIC de Asturias, Enrique Jáimez. Ante esa situación, el sector trata de enganchar a los más jóvenes para que haya relevo.

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