Asturias fue la cuarta comunidad autónoma española en la que más se contrajo la cifra de negocio industrial en 2019, con un retroceso del 1,4%, un comportamiento sólo mejor que el de Castilla y León, Cantabria y Extremadura, según difundió ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El mal comportamiento asturiano (muy vinculado a la bajísima actividad y casi paralización de las centrales térmicas de carbón en el último ejercicio, las paradas por baja demanda y por causas técnicas de la siderurgia integral y las vicisitudes de la producción de aluminio, con la parada de las series de electrólisis) contrasta con la mejora en el conjunto de España, donde la facturación industrial creció el 0,3% de media anual. Navarra lideró el aumento, con un avance del 7,2%.

En el conjunto nacional progresó el volumen de negocio en bienes de consumo (2,6%) y bienes de equipo (1%) y sólo se contrajo en energía (-5,2%) y en bienes intermedios (-0,5%), que son los sectores en los que Asturias tiene una mayor especialización.

Pedidos

Las perspectivas a corto plazo tampoco son halagüeñas para Asturias, dado que la entrada de pedidos industriales durante 2019 también sufrió una fuerte contracción (-14,4%), sólo menor que la experimentada por Castilla-La Mancha (-24,7%). En el caso de esta última comunidad, el fenómeno podría explicarse como un corrección, dado que en 2019 fue la tercera autonomía en la que más creció el negocio industrial (2%). En el conjunto de España, los pedidos industriales crecieron el 2,7% y los mayores aumentos se produjeron en la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Navarra, Murcia, Galicia, País Vasco y Cataluña.