ArcelorMittal y el Gobierno italiano están a un paso de llegar a un acuerdo que despejaría el futuro de la gigantesca planta de Tarento. La solución, tras mucho tiempo de tiras y aflojas, sería lo más salomónica posible, ya que permitiría que la multinacional continúe teniendo el control de este complejo industrial pero permitiría que el Estado transalpino pudiera también tener una participación. El acuerdo se firmará a lo largo de la próxima semana y dará algo de tiempo a la siderúrgica para que prepare un nuevo plan industrial y medioambiental.

En Asturias, CC OO criticó la falta de voluntad negociadora por parte de ArcelorMittal durante las reuniones del acuerdo marco, aquel que regula las relaciones laborales en todas las plantas del grupo en España, y cuyo plazo para poder llegar a un acuerdo finalizó ayer sábado. El sindicato asegura que la multinacional persigue cambiar el sistema de turnos en las plantas de largos de Gijón y llevar a cabo un duro ajuste de empleo que cifró en doscientos trabajadores. La central señala que las nuevas baterías de coque que está reconstruyendo en Gijón no terminan de arrancar como debieran. La multinacional ha tenido numerosos problemas en la puesta en marcha de la primera fase de esta instalación.