ArcelorMittal, que está aplicando un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a la mitad de su plantilla por las circunstancias del mercado, pretende acogerse a la fórmula de los ERTE por fuerza mayor y ha convocado a los sindicatos para constituir una comisión negociadora para abordar otro ERTE por causas económicas. Los ERTE se aplicarán al conjunto de la organización de España. La empresa comunicará los detalles a los comités laborales esta misma tarde por videoconferencia, informaron fuentes sindicales.

ArcelorMittal está ajustando desde marzo su producción con alguna paradas de instalaciones a casa del cierre de la industria automovilística y la menor demanda de otros clientes, junto con la caída de precios del acero en Europa anterior a la pandemia. Por estas causas, mañana parará uno de los dos hornos altos de la empresa en Gijón, con cuya detención (y la previa de otras instalaciones) Arcelor pasará a operar con unos 2.500 de sus 5.000 empleados.

A esta medidas restrictivas se sumó la semana pasada la entrada en vigor del decreto que impuso el cierre de instalaciones industriales no esenciales en España, que se prolongará hasta las doce de la noche de este jueves y que limita la actividad de la siderúrgica a su línea de hojalata (para la industria conservera) y a las de carril y chapa gruesa para satisfacer exportaciones.

Los sindicatos habían exigido que durante este tiempo se aplicase el ERTE que tienen pactado desde 2009 para su uso intermitente y cuyas condiciones económicas para los empleados son más ventajosas que el ERTE por fuerza mayor. Esta mañana la empresa ha comunicado que, aunque ya estaba aplicando el ERTE propio pactado con los comités hace once años, se acogerá a los expedientes por fuerza mayor.

La comisión negociadora sindical va a estar formada por 4 miembros de UGT, 3 de CC OO, 2 de ELA, 1 de LAB y 1 de USO.