La economía asturiana está desangrándose por la crisis del coronavirus con una intensidad a la que la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) ha puesto estos números: cada día se pierden entre 580 y 600 puestos de trabajo y unos 33 millones de euros de valor añadido bruto (VAB, magnitud económica a partir de la que se calcula el PIB o riqueza generada).

Tales datos dan cuenta del impacto combinado de la pandemia y de las medidas de confinamiento que para combatirla se están aplicando desde mediados de marzo. Las estimaciones del servicio de estudios de la FADE se basan en información sobre producción y empleo recabada entre las empresas y tratada considerando la estructura de la contabilidad regional y del empleo. Los cálculos por sectores se sintetizan en los siguientes puntos.

Construcción. “El retroceso es particularmente intenso en la construcción, con una caída en torno al 95%”, señala el informe de la patronal. La construcción está completamente parada desde que hace diez días el Gobierno elevó las restricciones ordenando el cese de actividades consideradas “no esenciales”. La portavoz del Gobierno, María José Montero, confirmó ayer que esa situación se levantará a partir del próximo lunes, restableciéndose desde entonces la producción en la construcción y en las industrias afectadas. El Ejecutivo no ha precisado por ahora cómo se regulará esa vuelta al trabajo.

Servicios. La caída de producción terciaria ronda el 60%, en términos medios (más de 23 millones al día). Desde el 13 marzo están parados todos los negocios de hostelería y turismo, con pérdidas próximas a 3 millones de euros diarios, y el comercio “no esencial”, como el textil. “También se han reducido de forma significativa algunas modalidades de transporte, negocios de ocio y la cultura y ciertos servicios profesionales, añade la FADE.

Industria. El descenso del VAB en el sector fabril se aproxima al 50% (5 millones de euros de pérdida al día), aunque existen comportamientos dispares por ramas, subraya la patronal. La industria alimentaria, farmacéutica y parte de la química, así como sus proveedores, mantienen su producción por encima del 90%. En el metal (metalurgia, bienes de equipo, productos metálicos y otras fabricaciones) se estiman niveles de actividad en el entorno del 23% de la producción normal.

Campo. “El retroceso medio conjunto se aproxima al 10%, fruto de un buen nivel de actividad en las ramas más relacionadas con la alimentación”, diagnostica la FADE sobre el campo asturiano.