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Pagan 1.225 millones por las viejas marcas asturianas de puros habanos

Dos consorcios internacionales se quedan con nombres legendarios de cigarros como Montecristo y Partagás

Hoyo de Monterrey, Montecristo y Ramón Allones, tres de las grandes marcas de cigarros habanos que fueron propiedad de dinastías asturianas hasta la revolución castrista. LUISMA MURIAS

Las prestigiosas marcas de cigarros habanos Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás, Hoyo de Monterrey, Por Larrañaga, H. Upmann y otras, que fueron propiedad de familias asturianas hasta el triunfo de la revolución castrista en 1959, pasarán a estar controladas por dos consorcios internacionales (Gemstone Investment Holding, con sede en Hong Kong, y el canadiense Allied Cigar Corporation), que pagarán en conjunto 1.225 millones de euros a la británica Imperial Brands, la tabaquera con sede en Bristol que en 2008 compró la española Altadis. El precio equivale a 11,8 veces el resultado operativo.

La venta supone el traspaso de la empresa española Tabacalera, SA, dueña del 50% de la compañía Habanos SA, una sociedad mixta con el grupo estatal cubano Cubatabaco, y que, además de la titularidad de las elaboraciones de cigarros, gestiona la comercialización en 150 países tanto de las grandes marcas de origen asturiano (algunas de ellas con siglo y medio de antigüedad) como de las dos enseñas creadas por las autoridades castristas (Cohibas y Vega Robaina), y que, en conjunto, representan el 44% de las ventas en el mercado mundial de las marcas de tabaco consideradas de lujo o categoría "premium". El Estado cubano mantendrá el control del 50% de Habanos SA.

La venta se estructura en dos operaciones diferentes. Gemstone adquiere por 185 millones el negocio de puros en el mercado de EEUU, lo que incluye la distribución y comercialización de las afamadas marcas asturianas en el país norteamericano a través de Altadis USA (enseñas como Montecristo y otras se elaboran para EE UU en la República Dominicana y Honduras, y no en Cuba, para eludir el embargo de Washington a La Habana), así como las plataformas de venta por Internet y la red de 28 tiendas Casa de Montecristo.

El resto del gran negocio mundial de las reputadas elaboraciones tabaqueras astur-cubanas (incluida la participación en Habanos, SA, la sociedad compartida al 50% por Tabacalera con la compañía estatal cubana Cubatabaco, y que elabora artesanalmente las marcas más prestigiosas y es líder mundial en comercialización) la comprará por 1.040 millones Allied Cigar. Esta operación incluye también el 50% de Altabana (comercializadora de habanos en el mundo), el 50% de Cubana de Tabaco (fabricante de puros hechos a máquina) y el 50% de la compañía de distribución internacional de las elaboraciones no manuales.

Sobre los compradores, Imperial Brands sólo explicó que se trata de "consorcios formados por inversores individuales", cuya identidad no fue revelada.

Las grandes marcas cubanas (los cigarros más cotizados en el planeta) fueron propiedad de dinastías asturianas desde el siglo XIX y a lo largo de algo más de la primera mitad del XX, bien porque se las adquirieron a sus originales propietarios catalanes (caso José Gener y Partagás) y extranjeros (como H. Uppman) o porque las crearon ellos mismos, caso de Romeo y Julieta, Montecristo, Hoyo de Monterrey, Ramón Allones y muchas otras. El sector tabaquero fue uno de los ámbitos de actividad de Cuba más claramente dominados por el capital asturiano hasta el triunfo revolucionario en 1959 y las incautaciones que el régimen castrista acometió a partir de 1960.

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