Paralización de inversiones, despidos y dejar sin fecha de arranque el horno alto "B" de Veriña (Gijón). Esos son los pasos que tomará ArcelorMittal tomará si no consigue un importante ahorro próximamente con el que compensar la caída de su actividad como consecuencia del bajón de pedidos por la crisis económica derivada del coronavirus.

Y esa fue también la primera propuesta que la multinacional les hizo a los sindicatos esta tarde en la primera reunión para negociar un nuevo expediente temporal de regulación de empleo, por causas productivas, con el que aliviar su falta de actividad. La multinacional pretende aplicar un ERTE sobre toda su plantilla nacional (8.236 trabajadores), durante todo un año.

En cuanto a los despidos, Arcelor plantea una primera oleada de salidas (de entre 50 y cien empleados) en el grupo, aunque no precisó si esta medida afectaría a Asturias.

Lo hace, además, después de que el gobierno rechazara hace unos días la presentación de una regulación "por fuerza mayor", las más ligadas a la crisis del coronavirus. El Ejecutivo alegó que no se daban las circunstancias económica para una medida tan drástica.

De hecho, los sindicatos han protestado enérgicamente ya que consideran que Arcelor solo quiere aprovechar la coyuntura para ahorrar gastos a coste del bolsillo del Estado y, por extensión, del de los ciudadanos, según criticó tanto UGT como CC OO.

La dirección de la multinacional y los sindicatos volverán a sentarse a negociar este jueves.