S&P Global ha decidido rebajar a negativa la perspectiva de casi toda la banca española ante la constatación de un aumento de los riesgos y desafíos sin precedentes a los que tendrán que hacer frente por la crisis económica generada por el coronavirus Covid-19.

En concreto, ha revisado de estable a negativa la perspectiva de Banco Santander y lo mismo ha hecho con las de Banco Sabadell, Abanca e Ibercaja. Además, ha mantenido en negativa las de BBVA, Bankinter y Mulhacen (compañía holding de WiZink).

La calificadora de crédito solo ha mantenido en perspectiva estable la nota de solvencia de CaixaBank, Bankia y BFA, Cecabank y Caja Laboral. Kutxabank ha sido el único banco español que no se ha incluido en esta revisión porque ya se emitió una nota sobre la entidad el pasado 7 de abril, cuando revisó su perspectiva de positiva a estable.

Las notas se han ratificado para todas las entidades en vistas de la resistencia que S&P espera que demuestren ante esta circunstancia cíclica, pero ha puesto en perspectiva negativa a casi toda la banca para reflejar el difícil entorno económico que exacerbará los desafíos ya existentes. Además, implica que el rating podría caer de escalón en el corto plazo.

S&P ha explicado que la minoría de bancos a los que le ha mantenido la perspectiva en estable presentan unos colchones de capital más fuertes y cuentan con una menor exposición a préstamos hipotecarios con alta probabilidad de mora.

S&P prevé que los beneficios del sector bancario español, la calidad de sus activos y, en algunos casos, la capitalización, se debilite "significativamente" hasta finales de 2020 e incluso principios de 2021 aunque se tenga en cuenta el escenario de recuperación rápida, que tendría lugar el próximo tercer trimestre.

En cualquier caso, considera que las medidas fiscales y monetarias mitigarán de forma sustancial este shock cíclico extraordinario en la economía española y confía en que apoyarán al sistema bancario en su papel como transmisor de liquidez.

S&P ha avisado de que podría ejercer nuevas revisiones a la baja si la recuperación económica se retrasa o si acaba siendo más débil de lo previsto, lo que implicaría un efecto "mucho más negativo" sobre la banca.

"Estas revisiones tienen en cuenta un entorno económico más complicado para los próximos años", ha indicado la firma crediticia. En su opinión, los bancos españoles estaban hasta principios de marzo centrados en fortalecer sus balances, en mejorar la rentabilidad de su negocio y en identificar nuevos modelos ante la era digital.

"La pandemia ha cambiado todo"

"Al menos a corto plazo, la pandemia lo ha cambiado (casi) todo", ha subrayado S&P. Además del coste humano, gran parte de la actividad económica en España ha quedado en suspenso. Los economistas de la firma crediticia ya calculaban una fuerte contracción del PIB de España, pero confiaban en un repunte a partir del tercer trimestre. No obstante, ahora se han vuelto más cautos.

En suma, sus análisis creen que los bancos españoles están bien posicionados para desempeñar un papel instrumental en la canalización de crédito hacia hogares y empresas afectados, pero sufrirán un impacto importante en la calidad de sus activos, de sus ingresos, de la rentabilidad y, potencialmente, de la capitalización.