ArcelorMittal no tiene previsto contratar este año a trabajadores temporales para cubrir las vacaciones del personal fijo, con lo que, con el verano a la vuelta de la esquina, la multinacional ha pedido voluntarios entre los empleados de los talleres que tengan poca carga de trabajo para dar el relevo a los de las instalaciones que no pueden parar. En esa situación están, por ejemplo, el sinter, el horno alto y las baterías de coque. La siderúrgica ya ha recibido consultas de más de una veintena de interesados.
Generalmente, Arcelor solía contratar a un centenar de trabajadores temporales para dar esos relevos, pero este año la crisis del coronavirus ha cortado los planes de la multinacional. Las dos factorías de la siderúrgica en la región, la de Gijón y la de Avilés, están funcionando al 50% de su capacidad productiva. Solo dos instalaciones están produciendo al máximo o casi al máximo. Son el tren de carril, que recibió hace una semanas un importante pedido que ha elevado notablemente su carga de trabajo, y el tren de hojalata, muy ligado a la industria conservera.
Los sindicatos y la multinacional se sentarán hoy en la que será -casi con toda probabilidad- la reunión en la que debería pactarse un nuevo expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) con el que la compañía pretende hacer frente a la caída del negocio que ha provocado la pandemia sanitaria del coronavirus. Las centrales continuaban ayer estudiando la documentación económica aportada por la multinacional -que ha retirado su amenaza de hacer despidos-, sobre la que aún tienen muchas dudas, ya que no ven razones suficientes para el ajuste.
