ArcelorMittal no descarta despidos tras no alcanzar un acuerdo con los sindicatos en la negociación del ERTE por causas productivas vinculadas a la pandemia del coronavirus. La reducción de plantilla había quedado aparcada en la discusión del ERTE para los más de 5.400 trabajadores en Asturias, pero como no hubo acuerdo, fuentes de la compañía señalaron que el ajuste de personal vuelve a estar sobre la mesa para reducir los costes fijos ante la contracción del mercado del acero por la crisis.
ArcelorMittal presentó ayer resultados del primer trimestre del año. La compañía registró unas pérdidas de 1.037 millones de euros frente al beneficio neto de 383 millones contabilizado en el mismo periodo de 2019. Las ventas se redujeron el 22,6%, pero la compañía teme que el mayor impacto por la crisis del coronavirus se produzca en el segundo trimestre. Para ese periodo la compañía prevé un descenso adicional de las expediciones de productos siderúrgicos de hasta un 30% (al pasar de 19,5 a 13,5 millones de toneladas) y que el beneficio bruto (ebitda) se reduzca a entre 370 y 550 millones de euros, lo que representaría la cifra más baja de la historia de la compañía.
"Hemos actuado con determinación para proteger nuestras actividades ante la situación sin precedentes en la que nos encontramos, en la que el confinamiento social y económico ha contribuido a una sustancial caída de la demanda", señaló ayer Lakshmi N. Mittal, presidente de ArcelorMittal, en referencia a medidas ya tomadas como la parada temporal de uno de los dos hornos altos de Asturias. Mittal señaló que "todavía existen demasiadas incertidumbres" a pesar de las desescaladas que ahora se inician en muchos países y en las que se dan prioridad a sectores como la industria y la construcción, grandes consumidores de acero. "El resto de este año será complejo", auguró Mittal, que destacó los esfuerzos realizados en los últimos años para reforzar el balance financiero (el endeudamiento neto de la compañía está en sus niveles más bajos), los planes de venta de activos y las medidas de ajuste ya decididas: suspensión de dividendos a los accionistas, reducción del 20% de los sueldos del comité de dirección y recorte de gastos. A nivel global, el objetivo de reducción de costes fijos para este año (entre los que figuran los de personal) es de entre el 25 y el 30% y el de inversiones incluso supera esa última tasa al pasar de 3.500 millones previstos inicialmente a 2.400.
En el marco de esos ajustes se enmarca el ERTE por causas productivas vinculadas al Covid-19 que Arcelor pretende aplicar a sus más de 8.000 trabajadores en España y sobre el que no ha llegado a un acuerdo con los sindicatos. Tras ocho horas de reunión, las negociaciones concluyeron en la madrugada de ayer sin acuerdo. El principal escollo fue la fijación de un complemento a la prestación por desempleo. La dirección de la compañía, que inicialmente no estaba dispuesta a pagar complementos salariales, aceptó aplicarlos pero no hasta los niveles que planteaban los sindicatos, que pretendían acercarlos a los fijados en el ERTE vigente desde 2009 y que garantizan más del 90% del salario de los trabajadores. La última oferta de la empresa fue un ERTE hasta final de año con un complemento de hasta el 75% del salario bruto sin la prima de producción, con pagas extras al 75% y sin generar vacaciones en el periodo de regulación.
Según UGT, la propuesta suponía una reducción salarial del 40% del salario bruto anual, "una auténtica tomadura de pelo hacia los trabajadores". CC OO lamentó la "escasa disposición por parte de la dirección de llegar a acuerdo, situándose en el terreno de la intransigencia". Ambas organizaciones anunciaron alegaciones al ERTE que, al no contar con acuerdo, ArcelorMittal tramitará de manera unilateral. De momento la empresa no ha comunicado en qué términos lo presentará. No obstante, fuentes de la compañía señalaron que al no haber acuerdo, planteamientos que se hicieron inicialmente, como despidos de hasta cien trabajadores o recurrir el ERTE por causa mayor rechazado por la autoridad laboral, "vuelven a estar sobre a mesa". La portavoz del Gobierno regional, Melania Álvarez , hizo un llamamiento "a la prudencia y a la responsabilidad en las decisiones que se puedan adoptar".
