La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado el "clima de hostilidad" que se está generando hacia el colectivo de funcionarios del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ante el retraso que se está produciendo en el pago de prestaciones que sufren los ciudadanos, especialmente en los inmersos en ERTE, por lo que exige al Gobierno un refuerzo estructural de plantillas y garantías de seguridad en las oficinas. El sindicato avisa además de que la plantilla del SEPE se opone a abrir oficinas el 25 de mayo si no hay seguridad y si no se estabiliza antes el bono de las prestaciones pendientes.

En una nota, CSIF denuncia que se han empezado a producir episodios puntuales de acoso a personal funcionario a la entrada de las oficinas del SEPE por parte de algunas personas que expresan así su "profundo malestar y frustración" por los retrasos en las prestaciones de los ERTE. En este sentido, pone de ejemplo que en la oficina de la calle Mateu Enric Lladó, de Palma de Mallorca, se ha tenido que avisar a la policía varios días, episodio que se reproduce en otras provincias.

Según esta organización, la plantilla del SEPE en Asturias, formada de manera estable por entre 170 y 180 personas, ha sido reforzada con trece eventuales. Ya era un servicio con una alta carga de trabajo antes de la actual crisis y de la oleada de ERTE, sostiene CSIF.