ArcelorMittal mejoró durante la pasada madrugada la oferta del expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) para sus plantas asturianas, en un último intento por llegar a un entendimiento con los sindicatos y evitar la huelga que iba a comenzar mañana. La siderúrgica prometió complementar hasta un 75% del salario de los empleados que fueran regulados y no tocarles ni las vacaciones ni las pagas extra. Una oferta un 16% superior a la que decidió hace unas semanas sacar para adelante en solitario.
Durante la reunión, que tuvo lugar en el Servicio Asturiano de Solución de Conflictos Extrajudiciales (Sasec) y que se extendió hasta más allá de las tres de la mañana, la multinacional amenazó con que si los sindicatos no aceptan su propuesta podría paralizar la actividad del horno alto "B" de Asturias, que sigue produciendo con cierta normalidad. Lo que asestaría un golpe casi mortal al resto de instalaciones.
Según le trasladó la compañía a los sindicatos la dirección mundial de la multinacional se está planteando la parada de un horno alto en el sur de Europa. Y la decisión podría estar entre el de Veriña y el de la planta francesa de Foss. El gijonés se salvaría si los sindicatos aceptan la propuesta del ERTE y los paros que estaban convocados ya para esta misma semana se aplancan.
Las centrales, por el momento, han suspendido las protestas, y se han dado un tiempo para analizar la oferta empresarial y tratar de arañar alguna mejora más. De hecho, ellos presentaron una oferta en la que se incluía que la compañía complementara el 80% del salario de la plantilla, no hubiera despidos y se mantuvieran las inversiones previstas.
