La estrategia de venta de activos que está desplegando EDP no altera sus planes inversores en Asturias, confirmaron fuentes de la compañía, que tras la venta del negocio de comercialización de electricidad a hogares y otros pequeños clientes mantiene un fuerte vínculo con la región. Al igual que en la comercialización, EDP tiene una posición hegemónica en el sector asturiano de la producción de kilovatios, preeminencia que se acentuará además con los cierres ya confirmados de las térmicas de Iberdrola en Langreo y Naturgy en Tineo. EDP no ha anunciado cierres por ahora, aunque en una fecha por concretar clausurará la actividad del último grupo de carbón de Soto de Ribera y del llamado grupo II de Aboño. El grupo I, en cambio, será reconvertido para utilizar gases siderúrgicos como combustible y prolongar su actividad a largo plazo. La eléctrica, también con planes para ampliar sus activos renovables en Asturias, confirmó ayer que ese proyecto de Aboño sigue en desarrollo.