"Tendría que haberlo hecho antes. Estuve un mes y medio en casa con el negocio parado...". El que habla es Pablo Santovenia, un hostelero de Lugones, dueño del café Continental, que como le ocurrió a todos los de su gremio tuvo que echar la persiana en cuanto se decretó el estado de alarma. La tuvo bajada hasta que un día se le ocurrió una idea que podía sacarle del apuro. Y que podía provocar que los ingresos dejaran de ser cero y compensar a los gastos que continuaban como si nada, como si no hubiera una emergencia sanitaria. La idea era tan fácil como empezar a vender dos de los productos estrella de su establecimiento -las hamburguesas y los cachopos- por internet. En verdad, no era una idea tan nueva. El hostelero llevaba tiempo madurándola. Pensando en dar el salto, sin atreverse. Hasta que llegó el coronavirus
El suyo no es un caso raro. Son muchas las empresas asturianas que a raíz de la crisis sanitaria han visto en la venta online una forma de reanimar su negocio, complemente parado. "Lo que ha ocurrido es que se ha acelerado un canal de ventas que las compañías iban a tener que adoptar tarde o temprano. Y esto es algo que ha venido para quedarse", resalta Manuel Prieto, de la firma asturiana MP asesores, "nosotros mismos, en la asesoría, nos hemos digitalizado y estamos atendiendo ahora a clientes de Murcia o de Baleares".
Pablo Santovenia utiliza sus redes sociales y a una compañía de reparto para poder atender los pedidos que semana a semana se van multiplicando. Tanto que durante la semana suele tener una media de 30 o 40 comandas. Pero los fines de semana la cosa se dispara. Llegan a unos 200. Casi nada. Es más, ahora atienden llamadas de Oviedo, Lugones (dónde está su negocio) y de La Fresneda, pero visto el éxito están tratando de negociar con la compañía de reparto para ampliar el radio de entregas. "Lo de los cachopos funciona bien, pero lo que más vendemos son hamburguesas", señala Santovenia.
Del confinamiento y de la necesidad de hacer negocio para que la rueda de la economía nació otra iniciativa relacionada con el sector agroalimentario y las nuevas tecnologías. La puso en marcha el cocinero y consultor gastronómico Lluis Nel Estrada bajo el nombre de "Productos de aquí" y con el objetivo de poner en contacto a productores locales -de cualquier ámbito, lecheros, queseros, cárnicos, sidreros, agricultores...- con los consumidores finales. Como si fuera una de estas populares aplicaciones de citas. La empresa gijonesa Gapmedia fue la que se encargó de la parte tecnológica del proyecto. Y funcionó. Vaya que si funcionó. "Esto fue algo que nació gracias al confinamiento", explica Estrada, "los productores locales quedaron muy tocados cuando se cerraron los mercados de proximidad". Así que se buscó que el funcionamiento de la aplicación fuera lo más sencillo posible. Funciona con un sistema de geolocalización para que el consumidor pueda ver a los productores que tiene más cerca de la zona en la que vive. Y ya está. A partir de ahí puede ponerse en contacto con ellos y hacerles un pedido. "Tiene un potencial tremendo", señala Estada sobre el proyecto. Tanto es así que ahora mismo hay ya 250 productores dados de alta en el sistema (la inmensa mayoría de ellos asturianos) y la compañía (Productos de aquí) está a un paso de firmar un convenio de colaboración con el Gobierno de Baleares que haría que esa cifra se incrementara notablemente hasta alcanzar, probablemente, los 400.
Pero tan bien ha funcionado la plataforma que Estrada ya está pensando en el siguiente paso. "Ahora queremos consolidarnos y para eso vamos a crear un market place", señala. Es decir, un sistema de venta por internet en toda regla ya que hasta ahora son los propios productores los que se encarga de la logística. Estrada quiere aprovechar el momento y usando un símil gastronómico apunta que "esto tenemos que hacerlo cuajar ahora que está en auge y antes de que se deshinche la burbuja".
La que ya tenía algo de experiencia en esto de vender por internet era Cristina Domínguez que tiene una tienda especializada en productos para bebés en Oviedo (Baby's House) y que llevaba ya unos cuantos años abonando el negocio online. Pero durante el encierro por la pandemia asegura que los pedidos se dispararon. "Hemos mandado muchos productos a Madrid, Cádiz, Valencia... A todos lados", señala la empresaria, "compraban de todo, cochecitos de bebé, complementos...". En su caso, la venta por internet -asegura además que la mayoría de los pedidos entraron por el Facebook- ha conseguido paliar algo el golpe de haber tenido que cerrar durante tantas semanas. Y es una vía de ventas que tiene previsto potencial próximamente.
Más neófito en el negocio online era Fernando Braga que hace un par de años -y después de mucho papeleo, aclara- montó en Langreo una fábrica de cervezas artesanales (Asturias Brewing Company). Al ver como el negocio hostelero se cerraba a cal y canto decidió lanzarse a vender por la red a la semana de confinamiento y asegura que no puede estar más satisfecho con la experiencia. "Con la hostelería cerrada perdí el 90% de las ventas", explica. Así que comenzó poco a poco a meterse en el negocio por internet, a través de las redes sociales, de Facebook e Instagram, principalmente. "Me sirvió para cubrir los gastos", indica. Empezó recibiendo un pedido de aquí y otro de allá y acabó mandando botellas de su cerveza artesanal a Barcelona, Madrid o, más lejos todavía, a Alicante. Lo mejor, señala, "es que muchos de los que compraron han acabado repitiendo". En su caso la tienda online ha llegado para quedarse y es un sistema que tiene previsto potenciar a corto plazo.
El último informe de Telefónica asegura que las redes sociales es el medio que más están usando las empresas asturianas para dar a conocer sus productos. El 36% de las empresas asturianas utiliza este sistema ya para llegar a sus clientes y hacer negocio.
