Objetivo: rearrancar las ventas. Sea como sea. Esa es la meta que se han puesto los concesionarios asturianos, que ya están activando agresivas rebajas que en algunos modelos pueden llegar hasta el 30% -un porcentaje pocas veces visto en este sector- en vehículos en stock, y después de dos meses en los que no ha habido transacciones. Prácticamente cero. Un frenazo en toda regla en un mercado, el de la venta de coches, que suele ser utilizado por los expertos para medir el vigor del consumo de los hogares.
En abril, mes en el que la población asturiana estuvo confinada, los concesionarios de la región tan solo vendieron 34 coches, según las estadísticas de la patronal de fabricantes Anfac. Son menos de uno al día y la mayoría corresponden a operaciones que ya estaban pactadas antes de que estallara la crisis sanitaria mundial del coronavirus. De hecho, el vicepresidente de la patronal asturiana de talleres y concesionarios, Aspa, Jesús Jardón, señala que la pasada semana -la primera en la que los concesionarios pudieron reabrir sus puertas con grandes medidas higiénicas y de seguridad- las ventas no arrancaron con mucha potencia. Solo se está dando salida a las operaciones apalabradas semanas atrás. "La gente sigue con miedo de venir a los concesionarios", apunta Jardón. La patronal asturiana asegura que hay algunos pequeños establecimientos que están en una situación crítica.
Ante este escenario, los concesionarios han tenido que tirar de descuentos para intentar volver a arrancar las ventas. Por eso, señala Jardón, los descuentos en los coches que están en stock -aquellos que ya están en el concesionario- van desde el 15% hasta el 30%. Eso sí, en muchos casos la rebaja está vinculada a que se acepte la financiación ofrecida por estos establecimientos. Es decir, que si se paga al contado, adiós al descuento. La patronal nacional de concesionarios Faconauto asegura, además, que el objetivo es poder dar salida de forma inmediata a 200.000 vehículos para acabar con este frenazo. Que la venta de coches arranque tiene grandes implicaciones para la economía nacional y, por extensión, para la asturiana. España es uno de los principales fabricantes mundiales de coches y en el Principado hay toda una industria de componentes para estas fábricas.
Los que ya van notando cierta recuperación son los talleres mecánicos. El presidente de Aspa, Rogelio Cuesta, señala que durante la semana pasada ya hubo un repunte del trabajo, aunque no suficiente para que estos establecimientos reincorporen a todo el personal que tienen regulado. La mayoría de los problemas mecánicos detectados durante estos primeros días están, sobre todo, relacionados con la batería de los vehículos, por la falta de uso durante el confinamiento.
