La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del coronavirus por dos vías: de una parte, la caída de actividad y el gasto público para compensarla están drenando ingresos y conduciendo a la Seguridad Social hacia un déficit histórico que los expertos sitúan para este año en los 30.000 millones de euros; de otra parte, el gasto de las pensiones ha detenido su escalada en estos meses, un efecto estadísticamente inédito y transitorio que está relacionado con el confinamiento y con la mortandad generada por la pandemia.

El Ministerio de Seguridad Social informó ayer de que la nómina de las pensiones ascendió en mayo a 9.852,7 millones de euros en todo el país, cantidad el 0,27% inferior a la de abril, lo que supone "el primer retroceso de la serie". Esto es, hasta donde llegan los números homogéneos que maneja el departamento dirigido por José Manuel Escrivá, nunca antes el gasto en pensiones había descendido de un mes para otro. En Asturias también ocurrió -la nómina pasó de 358,39 millones a 357,84, el 0,15% menos-, si bien en este caso ya en marzo y en abril aparecieron las primeras señales de frenazo en el ascenso del gasto.

La nómina de las pensiones disminuyó porque se pagaron menos. En Asturias, las cifras de prestaciones han encadenado tres meses consecutivos de caída, pasando de 302.246 en febrero (último mes antes de la expansión del coronavirus y de sus impactos en la salud y en la economía) a 300.676 en mayo. Es el menor número de pensiones desde 2016.

La evolución ha sido análoga en el conjunto el país y el Gobierno la relaciona con los impactos del coronavirus. "Hay que tener en cuenta cómo ha influido la pandemia de covid-19 en términos de mortandad sobre el conjunto de la población y, en mayor medida, sobre el colectivo de las personas de mayor edad", señaló el Ministerio de Seguridad Social en un comunicado. En España, el coronavirus ha provocado más de 27.000 fallecimientos, 310 de ellos en Asturias hasta el día de ayer y en más del 90% de personas que superan los 60 años de edad.

Los datos sugieren, no obstante, que el principal motivo de la evolución observada en la nómina de las pensiones está en el parón que se ha producido en la tramitación de nuevas altas de jubilación. Las oficinas de la Seguridad Social están cerradas al público desde marzo y la alternativa de gestionarlas por internet ha sido poco utilizada. En Asturias, ya en marzo el número de altas de pensiones descendió el 23% respecto a febrero, mientras que las bajas por fallecimiento aumentaron el 12%.