Uno de cada cinco jóvenes de todo el mundo ha dejado de trabajar desde que comenzó la pandemia del coronavirus, según se desprende de un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El organismo multilateral deja claro que la pandemia está afectando de manera "desproporcionada" a los jóvenes, pero que también el incremento del desempleo "rápido y sustancial" registrado en todo el mundo a partir de febrero afecta más a las mujeres jóvenes que a los hombres. Para la OIT, la pandemia infringe un triple impacto sobre los jóvenes, ya que no solo destruye sus empleos, sino también su educación y formación y "les coloca grandes obstáculos en el camino para quienes buscan entrar en el mundo del trabajo o de cambiar empleo". Por ello, pide respuestas políticas "urgentes, concretas y a gran escala" dirigidas a apoyar a los jóvenes. Así, insta a impulsar programas "amplios" de empleo o formación en los países desarrollados y otros "más intensivos" en las economías de ingresos medios y bajos.

Sobre España, el director de la oficina nacional de la OIT, Joaquín Nieto, alertó de que el país "no se puede permitir que un elevado desempleo juvenil se instale de manera estructural, lo que representaría un fracaso con desastrosas consecuencias de larga duración para toda una generación".