Alemania quiere salir de la crisis económica provocada por el coronavirus estimulando al máximo el consumo de los hogares. Será el pilar sobre el que a partir de ahora se sustente su recuperación económica. Pero para eso ha tenido que hacer alguna concesión como ayudas para aquellos que tengan hijos, jugosas subvenciones para quienes compren un coche poco contaminante y, por último, y quizás una de sus medidas estrella, le meterá un buen tijeretazo al Impuesto sobre el Valor Añadido, al IVA. Tanto, que el hachazo será de tres puntos. La penalización de esta tasa pasará del 19% al 16%. ¿Qué consucencias tendrá esto? Los economistas asturianos consideran que dará alas al consumo de las familias alemanas y que, de forma indirecta puede perjudicar a España. ¿Por qué? Con medidas así Alemania trata de que de los alemanes consuman y hagan turismo dentro del país. Así, que adiós a muchos de los turistas germanos por las costa mediterránea española.
Santiago Álvarez, profesor de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, asegura que el recorte del IVA es una "medida muy eficaz para estimular el consumo". El Gobierno de Ángela Merkel es capaz de llevar a cabo un recorte que, desde el punto de vista tributario, parece tan drástico porque "tiene un sector público que está muy saneado, allí no se les ha disparado el gasto público, lo que les deja una mayor capacidad para poder bajar los impuestos", explica Álvarez. Vamos, que tiene un mayor margen para maniobrar.
Con lo que la pregunta es obligatoria.
- ¿Podría España aplicar una medida similar?
-Complicado. La diferencia entre España y Alemania es que ellos no tienen problemas de déficit público ni de deuda.
Responde el propio Santiago Álvarez que agrega, además, que a España la crisis sanitaria del coronavirus le ha pillado con los deberes fiscales por hacer porque no ha sido capaz durante estos últimos años de bonanza económica de rebajar sus elevadísimos niveles de endeudamiento público. "Eso limita la capacidad de respuesta a la hora de hacer frente a la crisis", agrega el docente. Con lo que tomar una medida así supondría disparar la deuda que, ya de por sí, va a crecer de forma desorbitada por todas las medidas que se están adoptando a unos niveles inéditos, señala, desde la Guerra de Cuba de 1898. Casi nada.
Es más asegura que esta decisión adoptada en Berlín puede tener consecuencias para España. Y graves. Si los alemanes van a gastar dinero en su país y se va a promover que viajen por el interior de Alemania ya no lo harán por el extranjero. Con lo que la campaña turística de muchas zonas de España podría tambalearse, con lo que la recuperación española se vería seriamente comprometida.
De la misma opinión, de que sería muy complicado que España pudiera seguir los pasos del Gobierno de Ángela Merkel y meterle una buena tajada al IVA es el presidente del Registro de Economístas y Asesores Fiscales (REAF), el asturiano Jesús Sanmartín. Además, apunta que España ya tiene unos tipos impositivos bastante bajos, especialmente en lo que respecta al turismo y la hostelería. "Los tenemos más bajos, por ejemplo, que Portugal", explica. Sobre si una medida así podría aplicarse en España asegura que "sería cuestión de ver los efectos secundarios que tiene". Aunque agrega que "eso es algo que pueden hacer las economías con superávit para tratar de estimular e cosnumo".
El del IVA es uno de los principales impuestos en la tarta de la recaudación fiscal española. En 2018, último año del que hay datos completos, el Estado español recaudó 70.177 millones de euros por esta vía. Un 10,3% más que el año anterior. Con lo que tocarlo puede suponer una importante merma para las arcas nacionales en un momento muy complicado en el que el gasto público anda disparado.
Miguel de la Fuente, decano-presidente del Colegio de Economistas de Asturias, asegura que "lógicamente Alemania tiene una estructura económica distinta a la española. Nosotros tenemos un mejor margen fiscal". Está convencido el economista asturiano que gracias a esta rebaja del IVA el Ejecutivo germano va a poder "adelantar el consumo de las familias para paliar los efectos de la crisis". Por su parte, España parece que ha emprendido el camino contrario. "Aquí se ha aumentado el gasto público en sanidad y recursos socailes y, por tanto, esto va a aumentar el gasto público en un momento de bajada de ingresos tributario", destaca, "por eso, aunque creo que es una buena medida para estimular el consumo de las familias, y por tanto aumentar con ello la demanda, la producción y la creación de empleo, ahora mismo sería complicado llevarla a cabo y habría que medir muy bien las consecuencias".
