"Nos sorprende la decisión de la Unión Europea, que condena a su siderurgia, un sector estratégico, y entrega el mercado a los fabricantes de fuera; parece que no hemos aprendido la lección de la crisis del covid-19". El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, expresó así el rechazo "contundente" de su organización a una decisión de calado que anteyer se tomó en Bruselas: mantener casi intactos los niveles autorizados de importaciones de acero extracomunitario para los próximos doce meses, a pesar de que la industria europea venía alertando de que están en juego la supervivencia de las empresas y decenas de miles de empleo.

La siderurgia demandaba, con el apoyo de los sindicatos y de los gobiernos europeos con sectores acereros más fuertes (Alemania, Francia, Italia y España, entre ellos), una reducción drástica de las cuotas de importacion libres de aranceles, ante el hundimiento de la demanda por la crisis del coronavirus y el riesgo de que los fabricantes extracomunitarios inunden el mercado de acero barato y arruinen la rentabilidad de un sector ya muy tocado por la desaceleración económica previa al covid-19 y el impacto en sus costes de la regulación ambiental. "El acero es estratégico y corremos el riesgo de perder nuestra industria y depender de terceros", alertó Feito, y recordó las extraordinarias dificultades que durante la crisis sanitaria han tenido países como España para abastecerse de mascarillas y otros materiales, debido a la deslocalización de la fabricación textil hacia China y otros países con costes más baratos.

"La siderurgia ya estaba en una situación de alto riesgo, esto la puede condenar", añadió el líder de los empresarios asturianos. Feito dijo mostrarse "sorprendido" por la "falta de altura de miras" que a su juicio revela la decisión tomada en Bruselas por una mayoría de países (veinte estados miembros frente a siete). "Aunque no tengan producción de acero, siendo consumidores van a quedar expuestos a depender de países que además no tienen los mismos objetivos que Europa", destacó el presidente de FADE.

Turquía, Rusia o China son los grandes beneficiados tras decidir la UE que no bajará los cupos de importación a pesar del desplome de la demanda que se espera este año. Belarmino Feito advirtió de que se trata de países donde no existe el compromiso de reducción de emisiones de CO2 que han asumido Europa y su industria. "Es un grave error que empuja a la desaparición de capacidad productiva propia y a depender de países foráneos para un suministro tan estratégico como el del acero", apostilló Feito.