La dirección de ArcelorMittal y los sindicatos llegaron ayer a un acuerdo para acometer un cambio "sustancial" en los turnos de trabajo del tren de alambrón de Veriña (Gijón), una de las instalaciones de la multinacional que más está sufriendo los efectos de la crisis debido a su dependencia del sector automovilístico. El pacto llega tras varias semanas de negociaciones y después de que la siderúrgica haya aceptado la propuesta de los representantes sindicales.

Los cambios afectarán a unos noventa trabajadores y supondrán que, a partir de ahora, la plantilla trabajará a tres turnos de lunes a viernes, descansando los sábados y domingos, además del turno de mañanas del lunes, como compensatorio. Esta modificación será efectiva a partir del 1 de julio.

Arcelor abrió hace unas semanas una serie de negociaciones para tratar de hacer "más eficientes" los turnos de trabajo en algunos de sus talleres de Gijón. Las discusiones comenzaron en el tren de chapa, otra de las instalaciones cuyos pedidos están por los suelos. Tras varios amagos de enfrentamiento, también se logró un acuerdo en un sentido muy similar al alcanzado ahora ya que la compañía aceptó la propuesta que habían realizado los sindicatos para adaptar los calendarios de la plantilla.

Sin embargo, los sindicatos vienen quejándose desde hace unas semanas que es muy complicado llegar a acuerdos con la nueva dirección de recursos humanos de la multinacional y denunciaron el atasco del diálogo social.