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OVETENSE, DIRECTOR DE EMPRENDIMIENTO DE TELEFÓNICA

Miguel Arias: "Lugares como Asturias tendrán una nueva oportunidad en el mundo poscovid"

"En los próximos años veremos cómo el talento elige desde dónde trabajar y cómo hacerlo con equipos globales"

Miguel Arias. MIGUEL VALENTÍN SUÁREZ

Miguel Arias (Oviedo, 1978) es el director de Emprendimiento de Telefónica. Su primer negocio lo montó nada más acabar Ingeniería de Caminos en la Universidad Politécnica de Madrid. Consistía en un portal para ofrecer servicios a estudiantes del programa "Erasmus". No salió bien, recuerda. Pero no se dio por vencido. Pivotó hacia la organización de eventos para facilitar el empleo de los universitarios. Aquello fue mejor. Hasta la crisis de 2008, en la que tuvo que reorientar su negocio a una plataforma de ferias virtuales y webcasts, que fue adquirida por ON24 Inc, el líder del sector en Silicon Valley.

-¿Cuál es su labor como director global de Emprendimiento de Telefónica?

-Es actuar como traductor entre las startups y el grupo Telefónica, somos el interfaz que permite a las compañías tecnológicas de alto crecimiento encontrar oportunidades de negocio conjunto con Telefónica en todo el mundo. Tengo el privilegio de estar muy cerca de distintos ecosistemas emprendedores en Europa y Latinoamérica. Creemos que la mejor forma de ayudar a una startup es incrementando sus ingresos, actuando como validador comercial o como canal de distribución. Invertimos en las startups (más de setecientas hasta la fecha) y las ayudamos a aterrizar en nuevos mercados.

-¿Habrá oportunidades para emprender en la época poscovid-19?

-Son momentos complicados, pero los emprendedores son magníficos gestores de la incertidumbre y pueden surgir nuevas oportunidades. A principios de abril preguntamos a más de doscientas startups del área de Connected Open Innovation de Telefónica sobre el impacto del covid-19, y el 72% nos contaba que prevé mantener o aumentar su número de empleados.

-¿Dónde hay negocio?

-La digitalización y la innovación ya no son opciones, son realidades. Hay tecnologías que tendrán mucho que decir, como los wearables de salud, nuevos sistemas de videoconferencia alrededor de plataformas como Zoom o Microsoft Teams, startups de logística de última milla, entrega a domicilio con drones u otro tipo de vehículos autónomos, sistemas de impresión 3D comestibles? Es el momento de pensar qué mundo queremos.

-Usted cofundó una plataforma de webcast, una forma de comunicarse que se ha puesto muy de moda últimamente. ¿Serán así nuestras relaciones futuras?

-Es difícil prever todo lo que va a ocurrir, pero algunos cambios ya podemos vislumbrarlos. El teletrabajo y las formas remotas para conectar equipos, audiencias y clientes forman parte ya de nuestra vida. Cuando fundé mi compañía Imaste queríamos ayudar a dinamizar el acceso al entorno laboral con nuevos canales online. En los próximos meses y años veremos cada vez más cómo el talento elige desde dónde trabajar y cómo hacerlo, con equipos globales y conectados. Hasta ahora mostrábamos una imagen irreal de nosotros mismos en las videoconferencias, como si nos avergonzáramos de teletrabajar. Esta nueva situación nos ha servido para enseñarnos a nuestros colegas y al mundo tal y como somos, sin maquillar, con los niños encima de la cocorota, pero al fin y al cabo nosotros mismos, humanos. No perdamos eso.

-¿Cuál es su truco para saber si una startup va a ser un éxito o un fracaso en el futuro?

-No hay una fórmula mágica, pero invertimos en personas, no en ideas. No me fijo demasiado en las proyecciones a tres o cinco años, porque todo cambiará muchísimo en los meses siguientes a la inversión, para bien o mal, pero deben tener un plan claro y definido.

-Las crisis suelen lanzar a muchas personas a emprender, ocurrió en los años posteriores a la de 2008 y había quienes hablaban de que se produjo una burbuja emprendedora, ¿puede volver a ocurrir?

-No me creo que sea el mejor momento para montar startups, como a veces escucho estos días, pero también es verdad que surgen nuevas oportunidades siguiendo nuevos hábitos de comportamiento. Aquellos proyectos que sepan adaptarse a los cambios que vienen tendrán oportunidades al calor de la revolución del 5G, del IoT (internet de las cosas) o de la inteligencia artificial, entre otros. Habrá startups capaces de reinventar modelos de negocio ya existentes con tecnologías nuevas que antes de esta masiva digitalización propiciada por el coronavirus no tenían masa crítica suficiente.

-¿Cómo está el nivel de los emprendedores asturianos?

-Asturias tiene un gran talento técnico, buenas universidades y una serie de empresas y startups ancla que están aprovechando este talento para crecer. Pero le falta masa crítica suficiente, tanto en el ecosistema emprendedor como en el acceso a financiación.

-¿Asturias podría tener condiciones para ser una Silicon Valley europea?

-Silicon Valley no es replicable como ecosistema. Sí podemos importar su actitud abierta a la experimentación, a la colaboración entre todos los agentes, Administración, Universidad, gran empresa, capital riesgo, emprendedores. Lugares con una elevada calidad de vida y buen nivel educativo, como Asturias, tienen una oportunidad en este nuevo mundo poscovid, en el que habrá más trabajo remoto y más conexión entre personas.

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