La pugna fiscal en el Noroeste de España, con sucesivas rebajas en el impuesto de Sucesiones, remite con la crisis del coronavirus. Castilla y León ha dejado aparcada su anunciada supresión del tributo a las herencias y donaciones. Es uno de los acuerdos incluidos en el Pacto para la Recuperación Económica de Castilla y León, suscrito el pasado miércoles por PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos y Por Ávila.

Asesores fiscales habían alertado de la posibilidad de que muchos asturianos mayores con segunda vivienda en León abandonaran Asturias para sortear el impuestos de Sucesiones ante la práctica supresión en la provincia vecina y el hecho de que Asturias es una de las comunidades donde más se paga por heredar.

Sin embargo, la medida anunciada por Castilla y León ha quedado aparcada. La Junta de la comunidad vecina ha decidido suspender la tramitación parlamentaria de la eliminación del tributo dentro de los acuerdos de recuperación económica para hacer frente a los efectos del coronavirus.

La asociación Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) manifestó ayer su rechazo a la suspensión de la medida al considerar que "complica todavía más el contexto económico y empresarial de Castilla y León". "Esta decisión impacta directamente en los intereses de muchas familias que, en la situación actual de crisis y de pérdida de valor de los activos, se verán obligados a plantearse renunciar a su herencia", señalaron desde EFCL.