El grupo finlandés Nokia anunció ayer a los representantes de su personal en Francia que suprimirá 1.233 empleos, lo que supone un tercio de la plantilla en su filial francesa, constituida en gran medida con la compra en 2015 de Alcatel-Lucent. La intersindical de Nokia señaló en un comunicado que la dirección pretende disminuir en 831 los efectivos de su centro de Nozay, en la región de París, y en otros 402 los de la planta de Lannion, en Bretaña (noroeste). La compañía justificó en un comunicado ese "proyecto de racionalización de sus actividades en Francia", que se enmarca en un programa mundial, por un contexto de mercado en el que "la presión sobre los costos sigue siendo muy importante".