El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que la economía española se desplomó un 5,2% en el primer trimestre del año respecto al anterior a consecuencia de los primeros efectos del covid-19, marcando así una caída sin precedentes desde que comenzó la serie estadística hace medio siglo. En este contexto, el Banco de España reclamó ayer al Gobierno "una respuesta ambiciosa" y con consenso ante la "gravedad de la situación". En su recetario plantea medidas a medio plazo como subidas de impuestos y ajustes del gasto para contener el aumento de la deuda.

A corto plazo, el Banco de España considera que es "absolutamente esencial" mantener el apoyo a rentas, empresas y hogares más vulnerables. Apunta que la crisis sanitaria está incidiendo con mayor intensidad sobre los colectivos más vulnerables, lo que, según advierte, supondrá previsiblemente "un deterioro adicional" de los niveles de desigualdad. Para dar liquidez a las empresas apuesta por prolongar los programas de avales públicos y a nivel laboral por continuar con los ERTE. No obstante, señala que se debería favorecer la formación de los trabajadores afectados por ERTE y, en algunos casos y bajo determinadas condiciones, permitir compaginar esa situación con el trabajo en otros sectores o empresas menos afectados por la crisis.

Una vez que este "bien asentada" la recuperación, el organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos aconseja al Gobierno elaborar un plan fiscal a medio plazo con medidas de ajuste para encauzar la deuda que dejará la crisis sanitaria del coronavirus, "la mayor en muchas décadas". El objetivo sería reducir la ratio de deuda por debajo del 100% del PIB en diez años y enviar un mensaje tranquilizador a los mercados.

En su informe anual, el supervisor financiero indica que la recaudación impositiva en España, incluidos los ingresos por cotizaciones sociales, es inferior a la del promedio de la zona euro en unos dos puntos porcentuales del PIB, lo que implica que podría recaudar más de 20.000 millones de euros adicionales.

El Banco de España propone subir los tipos reducidos del IVA y los impuestos especiales, con el foco puesto en los tributos ambientales, donde considera que aún hay mucho margen de acción. Además el organismo apunta también en su informe que un "elemento distintivo" de la fiscalidad española "susceptible de reconsideración" es el "elevado nivel" de beneficios fiscales, derivados de la presencia de "numerosas" exenciones, deducciones y tipos especiales reducidos, que generan con frecuencia "pérdidas importantes" de recaudación y "distorsionan" la eficiencia y la equidad del sistema impositivo.

Además, el supervisor recomienda adoptar las propuestas de revisión de gasto público que está elaborado la Autoridad Fiscal (AIReF) y reformar la Seguridad Social para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.