La vigencia de la interrumpiblidad, el sistema por el que las grandes industrias obtienen una rebaja del precio de la luz a cambio de estar dispuestas a desconectarse de la red en caso de necesidad, ha finalizado sin altermativas. La última subasta se celebró para los seis primeros meses del año y el Gobierno no ha vuelto a convocar más pujas. Tampoco acaba de aprobar el anunciado estatuto de consumidor electrointensivo con medidas para abaratar la luz que las grandes industrias ya han tachado de insuficientes. Por lo tanto, en estos momentos compañías como ArcelorMittal o Asturiana de Zinc no cuentan con rebajas del precio de la electricidad con las que reducir el diferencial de precios de la energía con respecto a factorías de países competidores.

Desde el pasado miércoles, la vigencia del sistema de interrumpibilidad está suspendida. La patronal siderúrgica Unesid reclamó esta misma semana que se convoque una subasta para los seis últimos meses del año y que se apruebe con urgencia el estatuto del consumidor electrointensivo. En su último borrador, el documento incluía compensaciones por la financiación de renovables, aumento de las compensaciones de los costes indirectos de CO2 y mecanismos públicos de cobertura para la firma de contratos de suministro a largo plazo.