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Los países europeos refuerzan medidas para rebajar la luz y España las elimina

Los competidores alemanes, franceses e italianos de las industrias clave asturianas mantienen o elevan ayudas energéticas tras la crisis del covid

Los países europeos refuerzan medidas para rebajar la luz y España las elimina

La industria española intensiva en consumo eléctrico, con gran peso en Asturias, se ha quedado sin las rebajas en el recibo de la luz que suponía el sistema de interrumpibilidad y al mismo tiempo el Gobierno no acaba de aprobar el anunciado estatuto del consumidor electrointensivo, con medidas para tratar de reducir los costes energéticos. "Estamos en un peligroso limbo", señalaron ayer fuentes de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), a la que pertenecen compañías como ArcelorMittal o Asturiana de Zinc. Además, la desaparición de esos apoyos en España coincide con un refuerzo de los aplicados en otros países europeos, lo que merma aún más la competitividad de la gran industria asturiana.

España contaba hasta el 30 de junio con una potencia interrumpible de 1.000 megavatios después de ir reduciéndose en los últimos años. Las grandes industrias recibían, a cambio de estar dispuestas a desconectarse de la red en el caso de necesidad del sistema, una retribución que en el primer semestre de este año fue de 4,38 millones de euros, pero que hace un lustro superaba los 500 millones anuales. Con la entrada en el mes de julio, la vigencia del sistema de interrumpiblidad ha finalizado en España sin alternativas y el Gobierno no prevé nuevas subastas de potencia interrumpible pese a las insistentes demandas de patronales como Unesid, que agrupa a las compañías siderúrgicas.

El Gobierno de España sostiene que el sistema de interrumpibilidad está cuestionado por la Unión Europea, pero países como Alemania y Francia lo mantienen con más de 1.500 megavatios pese a que la necesidad de esta herramienta es menor -ya que tienen mejores interconexiones eléctricas- e Italia incluso lo ha reforzado. Este país convocó en abril una nueva subasta que elevó la potencia interrumpible hasta los 4.400 megavatios. La decisión se tomó como una medida para reactivar la actividad industrial tras la pandemia del coronavirus.

El Gobierno de España, que destaca que en los últimos meses el precio medio del mercado eléctrico diario se ha ido equiparando con los países competidores (aunque el diferencial se mantiene en el precio final que pagan las industrias con las exenciones de impuestos y las compensaciones que aplican Alemania y Francia) no convoca nuevas subastas de interrumpibilidad ni acaba de aprobar el anunciado estatuto de consumidor electrointensivo con medidas para abaratar la luz que las grandes industrias ya han tachado de insuficientes. En su último borrador, el documento incluía compensaciones por la financiación de renovables, aumento de las compensaciones de los costes indirectos de CO2 y mecanismos públicos de cobertura para la firma de contratos de suministro a largo plazo.

La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), a la que pertenece Ence, con fábrica en Navia, urgió al Gobierno a aprobar el estatuto del consumidor electrointensivo en su actual redacción e inmediatamente empezar a trabajar para dotarlo de mayor ambición e incluir otras herramientas como compensaciones sobre los peajes de transporte y distribución.

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