"Deal". Las cuatro letras de la palabra "acuerdo" en inglés, escritas el pasado martes en un escueto tuit del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, han dado la salida a una competición que pone en juego 750.000 millones de euros y abre una oportunidad crucial para Asturias. De todo esto, a Diego Canga Fano (Oviedo, 1964) le interesa sobre todo el concepto de la competición. El alto ejecutivo de la UE, que tras una extensa trayectoria de casi tres décadas en las instituciones comunitarias ejerce ahora como consejero principal en la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, invita a cambiar el foco del debate sobre el fondo europeo de recuperación. A levantar la vista hacia el largo plazo, a dejar de pensar en cuánto dinero va a llegar a la región gratis, sin esfuerzo y por el simple mecanismo de reparto entre autonomías, para concentrarse en cuánto más se puede conseguir adicionalmente, diseñando proyectos útiles para el futuro de la región que dirijan bien el tiro hacia los objetivos de la Unión.
-Hay acuerdo. ¿Sorprendido?
-Estamos ante un acuerdo histórico. No me sorprende, porque todos los líderes del Consejo Europeo han sufrido la pandemia de una manera u otra en sus países. Se han tomado medidas presupuestarias excepcionales ante una situación excepcional y lo normal era alcanzar un acuerdo ambicioso. La UE ha estado a la altura del desafío, y la gran novedad histórica es que por primera vez se permite a la Comisión endeudarse para poder financiar la reconstrucción. Hace unos meses esto habría sido impensable y por eso el adjetivo histórico, del que muchas veces se abusa, me parece correcto para este momento.
-Se ha dado la salida a la carrera por los fondos antes incluso de concretar las cantidades que recibirá cada territorio. ¿Cómo cabe esperar que le salga la jugada a Asturias?
-En vez de focalizar tanto el debate en cuánto vamos a recibir, o en cuánto maná nuevo va a llegar, yo sugiero trasladarlo a cómo vamos a utilizar ese dinero. El Consejo Europeo marca tres grandes criterios: verde, digital y resistente. Esos son los grandes principios que deben guiar la acción de Asturias. Me gustaría ver más discusión sobre cómo vamos a presentar proyectos en torno a esos grandes ejes, sobre todo en el verde y en el digital, para aprovechar esta segunda oportunidad que nos dan. Porque cuando se habla exclusivamente de las cifras da la impresión de que estamos esperando a que el dinero nos caiga del cielo. No. La oportunidad que tenemos ahora consiste en presentar proyectos verdes y digitales que podamos aprovechar para reforzar nuestra economía.
-¿Con qué planteamiento?
-Ya que se nos presenta esta ocasión, concentrémonos en el largo plazo, porque históricamente Asturias ha tenido a veces planteamientos muy de corto plazo en el uso del dinero y ha hecho inversiones de las que no ha sacado lo mejor. Hay toda una serie de museos financiados con fondos europeos que están cerrados y no han servido para casi nada...
-¿Hacia dónde habría que apuntar para no fallar?
-Voy a ir un poco más al detalle. Este es un plan a largo plazo, y la UE quiere que seamos neutros en emisión de carbono en 2050. Deberíamos preguntarnos qué podemos hacer al respecto desde el punto de vista de la vivienda, del transporte, de la energía, la industria o la agricultura para alcanzar esa reducción de emisiones que nos pide la UE. En el ámbito de la digitalización, la pregunta debería ser qué deberíamos hacer para reducir la brecha digital en las zonas rurales, para hacer que el despoblamiento se reduzca a medida que se potencia el desarrollo digital en el campo. Se trata de saber qué podemos hacer también en la economía circular, por ejemplo en el reciclaje del patrimonio industrial asturiano, que tenemos infrautilizado, para hacerlo más sostenible.
-¿Ve al Gobierno regional con las ideas claras, preparado para responder al desafío?
-No lo sé. En todo caso, deberíamos tener en cuenta que aunque una parte importante del dinero la vamos a recibir por el simple hecho de ser una comunidad autónoma española, hay una segunda por la que hay que competir. Yo haría hincapié en esta necesidad de pelear por esos fondos para recibir más recursos de la UE. Un programa especialmente importante aquí es el de investigación, desarrollo e innovación. Y conviene tener en cuenta un dato: Asturias ha recibido el 1,36 por ciento del dinero que ha venido a España desde Europa para I+D+i, pero esta región no representa el 1,36 por ciento del país, sino el 2%. Quiero decir que ahí faltan varias decenas de millones de euros, que si hubiéramos competido al máximo nivel habríamos tenido al menos ese 2 por ciento. Por eso el mensaje que quiero transmitir es la necesidad de que compitamos, lleguemos por lo menos a nuestra cuota y aumentemos nuestra participación en los fondos de I+D+i, porque si no lo disputamos ese dinero va a ir a otras regiones. Y no creo que todo esto sea responsabilidad exclusiva del Gobierno, es una labor del conjunto de la sociedad asturiana, de los empresarios, los sindicatos, el Parlamento...
-¿De un análisis de debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades...?
-Claro. Va a haber dinero, por ejemplo, para renovar edificios y hacerlos más verdes y sostenibles. Y lo bueno de esta actividad es que crea empleo local. Si va a haber una oleada en esta dirección, me gustaría ver que esto se aprovecha al máximo con empresas asturianas... Hay otra oportunidad en la agricultura. Resulta que la UE quiere que en 2030 el 25 por ciento de la producción agrícola sea ecológica, y nosotros somos una región verde, un paraíso natural. Deberíamos ser una región pionera y puntera en agricultura ecológica y estar incluso por encima del 25%. Me gustaría que nuestras autoridades se planteasen ese objetivo. Hacen falta ideas y voluntad. Europa no regala el dinero, cuando compites no tienes la certeza de que vas a ganar. Pero sí sabes que el dinero no entra si no compites.
-Se han lanzado las calculadoras que dicen que Asturias puede aspirar a 2.800 o hasta 4.000 millones. ¿Le salen las cuentas?
-Si se comparan las cantidades que dan varios países se ve que cada uno tiende a tirar al alza. Las cifras que están circulando son globalmente correctas, pero yo sería cauto hasta ver exactamente cuánto entra. Vamos a ver cómo acaba la discusión en el Parlamento Europeo, pero insisto en que me preocupa la idea del maná, porque si vemos esto otra vez como el dinero que cae del cielo, nos olvidaremos de los otros deberes.
-Con respecto a la propuesta inicial de la Comisión, bajan los fondos de transición justa. ¿Malas noticias?
-Es uno de los pocos fondos que parte con una identificación previa de las regiones que se iban a beneficiar y Asturias estaba específicamente mencionada. El hecho de que se haya reducido esa dotación no es una buena noticia para el Principado, pero en el Parlamento Europeo se va a tratar de elevar esa cantidad. Esa es una parte importante, pero el programa son 750.000 millones de euros, hay muchas cosas a las que se puede aspirar.
-El campo también se siente perdedor por la rebaja de recursos. ¿Acierta?
-Ha habido una ligera reducción de los fondos para la PAC, pero sigue siendo una parte enorme del presupuesto comunitario. Debemos tener en cuenta que estamos haciendo unos presupuestos sin el Reino Unido, que era un país contribuyente neto a las arcas comunitarias. Es algo así como la cuadratura del círculo. Debemos mirar en su volumen global los millones de euros que van a la PAC, 336.000, y valorar las cosas en su justo término.
-Ha habido discrepancias, esfuerzos, cesiones y acuerdo. ¿Mejoran las perspectivas de la construcción europea cuestionada por el brexit?
-Sí. El hecho de que los líderes se hayan puesto de acuerdo en un contexto muy difícil y en solamente unos meses es una buena señal de que la UE sigue gozando de buena salud y de que en el momento de la verdad puede responder. Mirando por orden, es una buena noticia para la UE, para España, porque en el acuerdo se dice expresamente que los fondos serán sobre todo para los países que más han sufrido la pandemia, y para Asturias, que va a recibir un dinero muy importante.
-La mutualización de la deuda anuncia un cambio de paradigma. ¿Vamos hacia una Europa más federal?
-Es un paso importante en la integración europea, no sé si en la federal o no. Hace unos meses era impensable que se autorizara a la UE a emitir deuda con la garantía del presupuesto comunitario y se ha hecho. Ahora, eso hay que financiarlo con recursos propios, y ojalá haya más. El Consejo Europeo ha propuesto una tasa sobre el plástico no reciclado, pero el Parlamento Europeo quiere incrementarlos, entre ellos con uno especialmente interesante para Asturias, el mecanismo de control de carbono en las fronteras, básico para la industria asturiana. Esa idea está encima de la mesa y hay que llevarla a cabo y hacerla más concreta.
-Ha comenzado la tramitación de ese arancel ambiental. ¿Será una realidad pronto?
-La Comisión lo va a intentar. No va a ser sencillo, porque a los estados que no tienen una gran industria como la nuestra no les va a gustar tanto, y a China tampoco, y tiene posibilidades de ejercer su influencia. Pero el día que esto se lleve a cabo, que llegará, habrá muy buenas noticias para la industria asturiana.
