El colosal ajuste laboral provocado por la crisis del coronavirus está concentrado en el sector privado, según corroboran los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA). En cambio, el número de trabajadores vinculados al sector público aumentó en el segundo trimestre del año hasta marcar un nuevo récord: 83.200 personas en Asturias. Es un resultado congruente con las incorporaciones que se realizaron en la sanidad y en ciertos servicios sociales para reforzar las plantillas ante la emergencia sanitaria. El número que refleja la EPA es significativamente superior al de los afiliados a la Seguridad Social, que en el sector público ascienden a unos 56.000. La diferencia se explica por las peculiaridades de la EPA. La metodología de la encuesta tiende a que queden clasificados como empleados del sector público personas que trabajan en empresas privadas que trabajan para la Administración de manera continuada, por ejemplo como concesionarias de la gestión de ciertos servicios.