Naturgy desveló ayer algunas de las alternativas que estudia para mantener actividad en el entorno de la central térmica de Soto de la Barca (Tineo), condenada al cierre. La energética plantea la instalación de dos parques eólicos (de 40 y 50 megavatios de potencia) en las proximidades y tiene sobre la mesa un plan para la recuperación fluvial del río Narcea.

Aunque Naturgy no ha precisado más, sí afirma que se propone hacer inversiones continuadas en la región durante los próximos cinco años. Con estos anuncios, la compañía sale a paso de las críticas de los sindicatos y del propio Gobierno asturiano, que venían pidiendo insistentemente -casi desde que pidieron el cierre de la térmica- que presentara alternativas que ayudaran a mantener el empleo que sostenía esta instalación, más de un centenar de personas entre el empleo directo y el indirecto.

La empresa abre de esa forma una carrera de ideas que "durará meses" para dar nuevos usos a los terrenos de Soto de la Barca. Naturgy inició en diciembre de 2018 los trámites para cerrar su central carbonera, un año y unos meses después de que Iberdrola emprendiera el mismo camino administrativo para poner el candado a la térmica de Lada, en Langreo. En este tiempo han emergido algunas iniciativas privadas que proponen convertir el entorno de Soto de la Barca en un centro turístico y empresarial del Suroccidente. La recuperación del río Narcea que plantea ahora Naturgy podría tener un fin recreativo, aunque la energética no lo quiere concretar de momento.

El presidente de la compañía, Francisco Reynés, manifestó, a través de un comunicado, que los proyectos que ahora se manejan "están íntimamente ligados con la apuesta de la compañía por la transición energética impulsada por las administraciones, y forman parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad y la necesaria transición hacia un modelo energético y económico más limpio y eficiente". El objetivo de Naturgy es reducir en un 21% sus emisiones de CO2 desde ahora hasta 2022. En un tiempo récord, lo que conlleva el cierre de las centrales carboneras. El director de Gestión de la Energía y Redes, Pedro Larrea, aseguró por su parte: "La propuesta de inversiones sobre la que estamos trabajando puede contribuir al desarrollo económico de Asturias y, en concreto, de la comarca de Narcea, así como ser catalizador para atraer nuevas inversiones".

Sobre el empleo, la compañía asegura que ya tiene consensuadas soluciones para el personal fijo. Algunos están empleados en el desmantelamiento de la central, otros han sido recolocados en otros centros de trabajo y con el resto se ha pactado su salida. Respecto a los trabajadores de las empresas auxiliares, la compañía matiza que se "hará lo posible por favorecer su contratación para acometer los trabajos de cierre y desmantelamiento de la planta, así como para el desarrollo de un plan alternativo". "En definitiva, el trabajo de desmantelamiento de la central supone un incremento neto del empleo en el entorno de Narcea durante los próximos dos años, en tanto los proyectos de desarrollo económico e industrial alcanzan su madurez", añadió Naturgy.

El grup energético también anunció ayer ayer la construcción de un centro de gas renovable, con 20 millones de inversión, en los terrenos sobre los que está asentada su térmica gallega de Meirama (La Coruña).