Los centros de formación para el empleo que el Principado tiene en Oviedo, Gijón, Avilés y Langreo están prácticamente sin actividad, con los profesores que deberían estar allí dando cursos -una veintena- casi de brazos cruzados en sus casas, y "dejados de la mano de Dios". La denuncia la hacen los antiguos docentes. Los mismos que hace una década mantuvieron un pulso con el Gobierno regional para que los reconociera como personal de la Administración. Los Juzgados les dieron la razón y fueron contratados como personal fijo discontinuo. Pero, denuncian dos antiguos trabajadores -José Manuel Gallegos, que se dedicaba a dar cursos sobre carpintería, y Alberto Muñoz, que impartía clases de soldadura y calderería-, desde entonces los profesores se sienten abandonados por el Principado, que no cuenta con ellos para dar los cursos ni dotar a los centros de contenido. En cambio, esa formación acaba en manos de empresas privadas, denuncian.

"Pasamos de dar dos cursos al día, por la mañana y por la tarde, a que casi no nos llamaran", lamenta Muñoz. De hecho, la plantilla también fue menguando. Fueron contratados medio centenar de estos docentes, pero ahora solo han aguantado una veintena. Porque muchos, al ver que solo les llamaban muy ocasionalmente -y que el tiempo que no están trabajando para la Administración tenían que pasarlo en el paro- acabaron tirando la toalla. José Manuel Gallegos denuncia además el abandono de los inmuebles.