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INGENIERO DE MINAS Y EX ALTO CARGO DE LA UNIÓN EUROPEA

Vicente Luque: "Asturias tiene que ser un gran polo de innovación para la descarbonización"

"Hasta ahora los problemas se resolvían con prejubilaciones, pero eso se acabó porque Europa exige reeducar, reconvertir y crear otras actividades"

Vicente Luque Cabal, en Viesques (Gijón).

Vicente Luque Cabal (Salas, 1944), ingeniero de minas, fue directivo de Hunosa hasta 1987, cuando fue fichado como jefe adjunto del Programa de Redes Transeuropeas de la Comisión Europea (UE). Intervino desde Bruselas en las negociaciones para reducir la minería subsidiada. Preside la Plataforma Tecnológica "Túneles Pajares" y fue nombrado "Ingeniero del año" en Asturias en 2015.

-¿Son los fondos europeos de la reconstrucción el último tren para Asturias?

-No, siempre hay más trenes. Pero este ya está aquí y no se ha cogido. Entre los 2.000 millones ya aprobados del Mecanismo Conectar Europa no hubo nada para Asturias. Tampoco en los 307 millones del European Innnovation Council, ni en los 1.000 millones de Innovation Fund. Habrá que ver si se presenta algo al programa Horizonte2020 antes del 15 de septiembre, porque repartirá otros 1.000 millones. Si nos esforzamos y presentamos buenos proyectos, que los hay, habrá fondos para Asturias.

-Habrá que aprovecharlos mejor que hasta ahora...

-Desde 1990 llegaron a Asturias 15.000 millones en ayudas. Pero hasta ahora los problemas se resolvían con prejubilaciones y eso se acabó, porque Europa dice que hay que reeducar, reconvertir y crear otras actividades.

-¿Está el Principado haciendo los deberes con vistas a las ayudas europeas?

-No sé. Son conscientes de lo que tienen que hacer. Habría que poner el esfuerzo no tanto en cuánto nos va a tocar, que eso se lo tiene que currar el Principado, sino en qué se va a utilizar, para que contribuya a los objetivos que pide Europa y al desarrollo de Asturias. LA NUEVA ESPAÑA está publicando artículos estupendos sobre por dónde hay que ir. Esto compete a toda la sociedad, al Gobierno, a la Universidad, a las empresas... A veces hay fondos a disposición de las empresas, pero tal vez falta información. El sector empresarial debería organizarse mejor para aprovechar este tren.

-Y el Gobierno español, ¿está haciendo los deberes?

-La negociación del Consejo de Europa para la recuperación económica estuvo bien, al margen de discusiones políticas y de la letra pequeña, de lo que nos van a exigir. Pero ya sabíamos que el dinero no iba a venir gratis. Además, que nos exijan es bueno, porque el dinero fácil es malo.

-Uno de los objetivos inmediatos es reducir las emisiones de carbono. ¿Cuáles deberían ser las apuestas de Asturias?

-Afecta al transporte y a toda industria básica asturiana. Es un reto impresionante. Hay empresas, como Arcelor, que están en ello desde el primer día. Las empresas pueden recurrir al Fondo de Innovación. Asturias tiene que ser un gran polo de innovación y desarrollo para la descarbonización, porque tenemos todo tipo de industrias en las que se puede desarrollar, y debemos tener otra anexa que lo sepa comercializar. Al estilo de los alemanes, que ensayan sistemas, los aplican en su territorio y luego venden a todo el mundo.

-¿Es Alemania el espejo en el que se tiene que mirar Asturias?

-La canciller dijo que la transición energética es un asunto donde se juega el futuro industrial de Alemania. Y añadió que Alemania tiene que seguir siendo lugar preferente de localización industrial. Asturias, también. La simbiosis entre política industrial y energética es importantísima. Sobre todo para exportar, que es lo que da empleo.

-Los debates de infraestructuras en Asturias son propios del siglo XX. Hay muchos proyectos aún pendientes...

-Sí. Tenemos que plantearnos qué Asturias queremos en 2030 o 2050. Es importantísimo que hayamos conseguido incorporarnos al corredor atlántico multimodal. Ahora hay que completarlo y sacarle el máximo rendimiento. Si en materia ferroviaria queda el tramo Pola de Lena-Gijón-Avilés, hay que plantear con realismo la mejora de la línea. Es capital prolongar el triple hilo hasta Gijón y Avilés, de manera que las mercancías puedan ir tanto por ancho ibérico (Renfe) como por estándar (AVE), por Palencia, hasta Francia. Eso tiene valor estratégico muy importante, porque las grandes empresas quieren enlazar por ferrocarril con toda Europa sin rupturas de carga. Hagamos como en el corredor mediterráneo, donde se está instalando triple hilo porque Volkswagen y BASF quieren llegar hasta Alemania sin cambio de anchos. En Asturias organizamos muchas mesas de debate, estupendas, pero luego falta pasar de la planificación al hecho, de las musas al teatro. Eso requiere dinero e inversión. Y todo eso está en Conectar Europa.

- Pero solo financia el 20 por ciento de la inversión...

-Es verdad, y también que no todo depende del Gobierno, que tiene que haber empresarios interesados. Pero si los incentivas, los mimas y facilitas que les salgan los números en el momento inicial, cuando la demanda es más reducida, seguro que se ponen manos a la obra. Estos incentivos deben romper las barreras de mercado.

- En el Mediterráneo llegarán en breve las autopistas 5G...

-Ya lo están instalando. Y en la Transcantábrica debe hacerse también, porque está definida en Europa como autopista 5G. Esta tecnología permitiría cosas que parecen lejanas pero que están muy cerca, como el vehículo conectado y automatizado, en el cual podrás ir leyendo LA NUEVA ESPAÑA porque avanzará solo. Será otra mundo. Si logramos que la Autovía del Cantábrico esté en la primera fase del desarrollo del 5G la industria autonómica tendrá un material fantástico. Pero no vale que vengan de fuera y lo instalen, no, tenemos que crear una industria propia.

?- ¿Hay que engancharse al "pacto verde"?

?-Sin duda. Incluye energía renovable, economía circular, edificios, movilidad sostenible, "from field to fork", biodiversidad, océanos... Estamos en todo, solo nos falta industria petroquímica. Tenemos que ser pioneros.

-¿La financiación del corredor ferroviario del Noroeste debería salir de esta?

-Sí. El mecanismo de transición justa, en el que esta Asturias, tiene tres pilares: fondos de transición justa, financiación del InvestEU y prestamos al sector público. Hay que tirar de los tres.

- El Mediterráneo se ha llevado hasta ahora casi todos los fondos de Conectar Europa...

-Es que Vicente Boluda, que tiene mucha gente detrás, desde Cataluña hasta Algeciras, sacó la bandera y dijo que "su" corredor primero". Pues aquí, habría que hacer igual: necesitamos un corredor atlántico útil y eficiente, realista.

-¿Es esta la oportunidad para convertir las cercanías en un metro que facilite la movilidad en el área central y reduzca el uso del vehículo privado?

-El ferrocarril es un componente importantísimo del "pacto verde". Pero el área central se irá creando por sí sola si vamos integrando infraestructuras. Cogersa y Cadasa son dos organismos auténticamente metropolitanos, ejemplos a seguir. La Zalia tiene que ser al principio un polígono industrial, y ya más tarde una plataforma logística multimodal. Hay que tener el objetivo final claro, ir poco a poco y huir de los macroproyectos que luego no se pueden abordar.

- También falta la autopista del mar...

-No se concibe que Renault saque sus productos por Santander en vez de por El Musel. Asturias es la puerta del Atlántico y la Variante, la Zalia, El Musel, el ferrocarril de Nantes a París... son lo mismo, forman parte de una red única. La autopista del mar es un eslabón más. Las empresas de servicios logísticos, que son los que mueven las mercancías, necesitan buenas conexiones y precios competitivos.

-¿Para cuándo la variante de Pajares?

-A la altura que estamos, Adif o el Gobierno podrían decir que se abre tal día de tal mes de tal año. En el túnel de San Gotardo (Suiza) se dio la fecha diez años antes. La estimación de un profano es que la Variante abrirá avanzado el año 2022.

-¿Cree que la pandemia ha cambiado los paradigmas que teníamos como referencia antes?

-La pandemia ha sido una prueba de estrés impresionante. El teletrabajo es uno de los cambios que ha traído. Hay que ordenarlo y adaptarse. Como todo en la vida, la pandemia hay que sufrirla, superarla y sacar la parte buena y positiva.

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