La caída de los precios del turismo y la hostelería en pleno verano provocada por el covid ha llevado a que la inflación bajara en julio el 0,6% en tasa interanual, tres décimas más con respecto al descenso del 0,3% de junio, lo que hace temer a los analistas que siga cayendo si hay rebrotes. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el comportamiento deflacionario de los precios influyó también la moderación de los alimentos en relación al pasado año. Por su parte, los carburantes se encarecieron. Con los datos provisionales conocidos ayer, la inflación encadena cuatro meses consecutivos en tasas negativas.