Las más recientes predicciones sobre la economía asturiana apuntan a un comportamiento más negativo del estimado inicialmente. Hispalink, observatorio vinculado a la Universidad de Oviedo, ha pronosticado que durante el conjunto de 2020 la caída del producto interior bruto (PIB) regional será del 10,8%, por encima de la que se calcula para España (-9,4%). Hasta ahora, una mayoría de institutos estaban auguraba que en Asturias sería más suave la crisis económica asociada al coronavirus, gracias a una estructura productiva con menos peso del turismo que en otras regiones y por ello menos vulnerable a las dificultades de uno de los sectores que más está sufriendo desde marzo.

Según las estimaciones sectoriales de Hispalink, la caída de los servicios será más pronunciada en Asturias (-11,6% interanual en 2020) que la media española (-9,9%). A ello se añade un retroceso de la industria también más agudo (-9,2% en la región y -7,8% en España). El referido observatorio subraya que el paro en la industria es el que más aumenta en Asturias y que hasta mayo se han observado retrocesos muy relevantes en las fabricaciones de bienes intermedios (acero y otras semifacturas) y de bienes de equipo, pilares de la producción fabril. El campo, con un avance del 2,5%, es el único sector asturiano que escapa a la recesión, gracias al crecimiento de las producciones ganaderas.

"Las perspectivas para la economía asturiana en el año 2021 apuntan a una recuperación modesta, con un crecimiento del 5,1%, frente al 7% previsto para el conjunto nacional", vaticinan los investigadores de Hispalink en su informe. De ser así, la región recuperará el próximo año menos de la mitad de la riqueza perdida en este.