La Comisión Europea aprobó ayer nuevas medidas para proteger a la industria siderúrgica europea de la competencia china, después de detectar que los productores asiáticos estaban inundando el mercado comunitario de acero recubierto y resistente a la corrosión. Es un producto muy similar al que desde hace poco tiempo está fabricando ArcelorMittal en su factoría de Avilés y al que ha bautizado como Magnelis. Aunque el de la multinacional siderúrgica tiene mayor calidad que el que llega de China.

Tras una investigación, Bruselas llegó a la conclusión de que los productores chinos estaban tirando por el suelo el precio de determinados productos de acero resistentes a la corrosión y modificados con un revestimiento de magnesio o una aleación de silicio. La Comisión aseguró que los aranceles se aplicarán a todos los exportadores chinos excepto a una empresa que cooperó durante la investigación.

Pese a estas nuevas medidas, la industria siderúrgica lleva un tiempo protestando enérgicamente contra lo laxas que, sostiene, son las limitaciones que Europa pone a los importadores, lo que está provocando que la competencia que llega de fuera sea voraz. Las empresas critican que las medidas de salvaguarda implantadas por Bruselas no están siendo eficaces. Aunque recientemente se revisaron tales los productores turcos y rusos están aprovechando para colar sus productos.

La nueva barrera comercial a China beneficiará a uno de los productos con los que Arcelor pretende diversificar la producción de sus instalaciones asturianas y reforzarse en el mercado de las energías renovables. Hace tres años, la siderúrgica adaptó la línea de galvanizado número dos de Avilés, la que está destinada al mercado del automóvil, para poder fabricar en ella Magnelis. Se trata de un acero con un recubrimiento metálico (lleva una aleación compuesta por zinc, aluminio y magnesio), con alta resistencia a la corrosión y que se ha convertido en un producto de referencia para la fabricación de estructuras de soporte de paneles solares en tierra, pero también sobre agua, ya que cada vez son más habituales los parques solares flotantes.