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Hacienda intensifica sus inspecciones a las empresas asturianas en plena crisis

Los asesores fiscales denuncian que no dan abasto para atender el aumento de controles en busca de anomalías en la declaración del IVA

Hacienda intensifica sus inspecciones a las empresas asturianas en plena crisis

La apertura de los negocios y la vuelta a la nueva normalidad de muchas empresas -tras las semanas de encierro para frenar la pandemia sanitaria del coronavirus- ha venido acompañado de un rebrote de los controles de Hacienda. Una oleada, critican las asesorías asturianas, que llega en plena crisis económica. Sin tiempo a la recuperación. Los trabajos de inspección están particularmente centrados en comprobar con lupa que las compañías tengan en orden sus declaraciones del IVA. Y en ocasiones van más allá, con inspecciones mucho más exhaustivas para chequear que todo está en orden. Jesús Tuya, delegado para Asturias de la Asociación Española de Asesores Fiscales, señala que esta estrategia de Hacienda responde a la "necesidad de recaudación" que tiene el Estado después de haber tenido que hacer un enorme gasto en prestaciones por desempleo y en ayudas para autónomos.

Miguel Ángel Garzo, de la asesoría ovetense Buenavista, señala que lo que está ocurriendo ahora le recuerda mucho a lo que ya pasó hace unos años, durante la anterior crisis económica, en 2008, cuando Hacienda realizó una campaña de controles de una intensidad muy similar a la que está llevando a cabo ahora. "Es una barbaridad la cantidad de requerimientos que están enviado", asegura. Lo que busca Hacienda, creen los asesores asturianos, son pequeños fallos en las declaraciones, estrategia que según los fiscalistas tiene una explicación sencilla: generalmente, cuando el Fisco encuentra alguna anomalía, por ejemplo, en alguna declaración del IVA, el proceso suele cerrarse con una sanción no demasiado elevada, que ronda los 150 euros, con lo que muchas de las compañías, para no litigar, pagan sin más, sin rechistar y sin presentar ninguna objeción. Pero las inspecciones generales pueden derivar en multas más elevadas. Y también más difíciles de cobrar. En esos casos, la empresa suele acudir con sus asesores fiscales y sus abogados y, si no está conforme con el resultado, acaba recurriendo la decisión, con lo que el proceso va demorándose, según explica Garzo. Y al dilatarse las arcas estatales no ven ni un euro.

El rebrote de inspecciones, agrega Jesús Tuya, comenzó hacia los primeros días de junio. Desde entonces, la cascada de requerimientos que Hacienda ha venido realizando a las empresas asturianas para que aclaren sus datos y declaraciones ha ido en aumento. Y ahora se está convirtiendo en todo un chaparrón. "Parece que están haciendo ahora de golpe todo lo que no hicieron durante las semanas de encierro", apostilla Tuya.

Los asesores asturianos aseguran que detrás de este rebrote de las inspecciones hay un claro "afán recaudador", ya que el Gobierno no quiere subir los impuestos , por lo impopular que sería, de modo que, como alternativa, refuerza el control a los contribuyentes.

Manuel Prieto, de MP asesores, asegura que Hacienda está poniendo una gran atención a que las empresas y autónomos estén haciendo bien los deberes como recaudador del IVA. Es decir, que refleje de forma correcta en su declaración trimestral el impuesto cuando compra bienes o servicios a otra compañía para el desarrollo de su actividad. Y que lo está aplicando de forma correcta a los clientes. El Fisco tiene procedimientos automáticos para realizar este tipo de comprobaciones. La situación es general. El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) ha denunciado que el incremento de las inspecciones y controles se está produciendo de forma generalizada en todo el país.

Y no es el único frente que tienen abiertas las empresas. También la Inspección de Trabajo anda a la zaga. Prieto agrega que se están multiplicando las inspecciones laborales para comprobar que las compañías han sido todo lo rigurosas que debían a la hora de tramitar los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE). Buscan cualquier tipo de anomalías y que la incorporación de los trabajadores a sus puestos, si se ha producido ya, se realizó conforme a la ley.

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