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El camino de vuelta del carbón

El transporte por carretera de mineral sobrevive al cierre de las térmicas con la salida por El Musel del stock que almacenaban las centrales

El camionero asturiano Antonio Fernández, junto a su vehículo, a la entrada de la central térmica de carbón de Velilla del Río Carrión, en Palencia.

La ruta del carbón aún no ha muerto en Asturias a pesar del cierre de térmicas. Lo que sí ha cambiado es el sentido de la marcha. Los camiones ya no circulan cargados de mineral de importación desde el puerto de El Musel a las centrales térmicas de Asturias, León y Palencia. Ahora lo hacen en sentido contrario.

Durante este verano, camioneros asturianos transportan a diario mineral desde la central térmica de carbón de Velilla del Río Carrión, en Palencia, al puerto de Gijón atravesando la mayoría de las veces los puertos de Tarna y Pajares. Fuentes de Iberdrola, compañía propietaria de la central palentina, señalaron que esos camiones transportan mineral que estaba almacenado en el parque de carbones de la térmica, que dejó de funcionar definitivamente el pasado mes de junio. "Ese stock de mineral ha sido vendido a otra empresa y se está sacando por el puerto de Gijón con destino a mercados de fuera de España", señaló un portavoz de Iberdrola.

Fuentes de patronales del transporte por carretera en Asturias señalaron que ese tránsito continuo de carbón entre Velilla y Gijón ha ayudado temporalmente a amortiguar el impacto del cierre de las térmicas de carbón. Además, apuntaron que hay varios proyectos en marcha de aprovechamiento de escombreras en las comarcas mineras de León y que el mineral obtenido también se está transportando al puerto de El Musel, donde hay empresas dedicadas a la importación de carbón, almacenamiento, cribado y mezcla para obtener diferentes calidades de cara a una posterior exportación a países con demanda creciente de carbón como es el caso de Marruecos, donde se ha puesto en marcha una gran central térmica.

Por otro lado, la decisión de la empresa estatal minera Hunosa de abrir su lavadero de carbones de El Batán, en Mieres, a terceras empresas (ya ha cerrado contratos) también abre una nueva ruta para los transportistas del mineral en Asturias.

Todas esas iniciativas han evitado, de momento, la desaparición del negocio del acarreo del carbón. Los cierres de las centrales de Narcea y Lada en Asturias, y de Compostilla, La Robla, Anllares y Velilla del Río Carrión en Castilla y León amenazaban con dejar en la cuneta a los camioneros que se encargaban de transportar el mineral entre el puerto de El Musel y las instalaciones de producción eléctrica que queman el mineral de importación. Las únicas centrales térmicas de carbón que siguen operativas en Asturias y Castilla y León son las de EDP en Aboño y Soto de Ribera, aunque para esta última ya se ha solicitado el cierre. Sin embargo, estas dos centrales no generaban tránsito de camiones porque reciben los suministros de carbón por ferrocarril tras el acuerdo cerrado por EDP y Renfe.

Según el informe elaborado por la Comisión mixta para evaluar el impacto de la transición energética en Asturias, las actividades asociadas al transporte de carbón ocupaban a unas 350 personas y según las patronales Asetra y Cesintra había 300 camioneros dependientes de ese tránsito que, de momento, no se ha extinguido.

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