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ANTONIO GARAMENDI | PRESIDENTE DE LA PATRONAL ESPAÑOLA CEOE

"Hay que alargar los ERTE hasta junio de 2021"

"La renovación de los expedientes no debe discriminar por sectores, pero al turismo hay que darle un trato especial" l "Los fondos europeos suponen una oportunidad histórica"

Antonio Garamendi, en su despacho de Madrid.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, recibe a LA NUEVA ESPAÑA a las puertas de un otoño de alto voltaje. Preocupado por la evolución de la pandemia y ocupado en las negociaciones pendientes con el Gobierno y los sindicatos. Mañana arranca en Palma de Mallorca la que decidirá la cuarta prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

- ¿En qué momento se encuentra la economía española? ¿La recuperación está en marcha o la han frustrado los rebrotes?

-Ni lo uno ni lo otro. Tenemos que ser conscientes de que la crisis que vivimos es fruto de una enfermedad. Las empresas españolas están mucho mejor preparadas que en la anterior crisis. Y, aunque es muy profunda, es coyuntural. Eso significa que el día que tengamos la vacuna estaremos hablando de otro escenario.

- ¿Qué sectores ve peor?

-Esta es la crisis del turismo. También ha afectado a la industria, pero esta pandemia ha provocado que 85 millones de personas que venían cada año a visitarnos dejaran de hacerlo. Y no solo hablamos del turismo, sino de muchos sectores y subsectores que se han visto afectados. Es fundamental recuperar esa imagen de la 'España segura'.

- ¿Este año lo damos por perdido para el turismo?

-Este año hay que darlo por perdido. Por eso es tan importante el tema de los ERTE, los ICO y ver como hay una protección total. Baleares es una de las grandes sufridoras. Es el momento de que los ayuntamientos y las administraciones territoriales comiencen a bajar los IBI. También sería muy oportuno bajar el IVA, como hizo Alemania.

- ¿Hasta cuándo deben prorrogarse los ertes de la covid?

-Mínimo junio del 2021. Porque, por ejemplo en el caso de Baleares, esto no se arregla en diciembre. Por la misma razón que en su día dijimos que hasta diciembre. Estamos ahora gestionando qué pasa en septiembre cuando nosotros ya sabíamos que esto tenía que ir como mínimo hasta diciembre.

- ¿Y cómo deben prolongarse?

-Hay que ayudar al que lo necesite. Hay que pagar a aquellos que estén cerrados. No tiene sentido que paguemos al que esté abierto. Paguemos la Seguridad Social al que necesita tener a alguien fuera, porque no hay demanda. Y a la vez trabajemos la demanda, porque la gente está deseando abrir.

- ¿La prórroga debería limitarse a sectores concretos?

-No hay que discriminar por sectores, sino por quien lo necesite. Aunque es verdad que la mayoría va a ser el turismo. Y que al turismo va a haber que darle un tratamiento especial, también. Pero eso no debe significar abandonar a nadie. Es un gasto coyuntural.

- ¿Cómo de encarrilada está la negociación de la nueva ley del teletrabajo?

-Algunos pensarían que tiene que estar encarrilado, a mí me parece que no tiene mucho sentido hablar de un tema que hay que dejarlo estable para un futuro en un momento excepcional. ¿Ha llegado para quedarse? Sí, pero no como está ahora. El artículo 1 del Estatuto de los Trabajadores dice que la organización del trabajo la marca la empresa. Y luego, tiene su aquel que quieran que en la empresa privada todo esto funcione ya y, sin embargo, en la administración pública no. Para ti consejos, que para mi no los tengo.

- ¿Lee con mejores ojos el último borrador que el primer anteproyecto de ley del Gobierno?

-En julio, el Consejo Económico y Social (CES) le metió un rapapolvo gordísimo al Ministerio de Trabajo por saltarse el diálogo social. Algunos se lo tienen que hacer mirar y de hecho, a través de la negociación, hemos mejorado notablemente la calidad de la norma y por eso continúa la negociación.

- Tienen pendiente con los sindicatos hablar de salarios, ¿ve margen para subidas?

-Estando en lo que estamos, es complicado hablar de salarios. Creo que los propios sindicatos lo entienden. El objetivo ahora es que la gente que está en ERTE vuelva al trabajo y que la gente que en el desempleo encuentre trabajo.

- ¿Cómo describiría el actual momento político?

-En España hace falta moderación y sobra radicalidad. Hay mucha más moderados que radicales, pero los radicalismos de uno y otro lado ayudan muy poco. Especialmente a esa palabra confianza, que es también la clave para que el BCE confíe en nosotros, para que la deuda esté en su punto, para que la gente quiera invertir en nuestro país.

- El Gobierno encara el reto de los Presu puestos, ¿qué mensaje lanzaría a los partidos?

-Yo lanzaría un mensaje al líder de la oposición y al presidente del Gobierno. Que se sienten y hablen. Que el uno escuche, pero el otro también. Lo digo porque esto no consiste en que uno escuche con las propuestas del otro, sino que consoliden un espacio de acuerdo. Los españoles lo que queremos es el día a día, trabajar en orden y que la política de menos noticias.

- El Gobierno plantea subir impuestos a las grandes empresas ¿Hay cabida para ese aumento?

-No. Los costes son costes coyunturales. Cuando se habla de los ERTE, por ejemplo, una parte importantísima es el subsidio de paro para los trabajadores. La peor manera de que las empresas vuelvan a recuperarse es con más costes. Si queremos que fondos internacionales confíen en nuestro país? Los demás países no lo están haciendo.

- ¿Qué representa para los empresarios los 140.000 millones de los fondos europeos?

-Es una oportunidad histórica que tenemos que saber aprovechar. Vamos a hablar de digitalización, de sostenibilidad, de reindustrialización? Nuestro país va a avanzar muchísimo. Es por eso que CEOE ha creado la oficina técnica de apoyo a los proyectos europeos, junto a PWC.

- ¿Qué papel les toca jugar a los agentes sociales todo esto?

-Los agentes sociales estamos demostrando que, pese a nuestras diferencias, nos sentamos y nos seguimos sentando a negociar. La gente agradece que, desde posiciones diferentes, se llegue a acuerdos.

- Si las cifras de contagios volvieran a empeorar como en abril, ¿debe el Gobierno decretar otro confinamiento?

-No. En las empresas hablamos siempre de prevención. Hay que poner las apps en marcha, hacer los PCR y todo lo posible para que eso no pase. España no puede permitirse cerrar otra vez. Porque entonces sí que tenemos un problema de verdad. Yo no voy a entrar en lo que había que hacer antes o no, pero lo que no se puede hacer es posiblemente lo que se ha hecho antes. Y estamos a tiempo de poder gestionarlo bien.

- ¿Las empresas están preparadas para una vuelta segura al trabajo?

-Creo que sí. Y la prueba del nueve es que se decía que los rebrotes iban a pasar en el último trimestre y han comenzado ahora, en vacaciones. Y la mayoría de las pymes en España en verano están cerradas. Los contagios han venido por una mala praxis de la ciudadanía. Las empresas están preparadas. En general están mucho más preparadas. Y el primero que no quiere que se contagie nadie es el empresario. Porque en cuanto se contagia alguien tiene que cerrar la empresa, especialmente en una pyme.

- ¿Cómo recuperamos esa imagen de 'España segura' que usted demanda?

-Un tema que tenemos que potenciar absolutamente son las apps. Nos hemos felicitado del plan del Gobierno en este sentido, pero queremos ir mucho más allá. Y nosotros tenemos la opción con una app propia.

- ¿Cómo funciona esa app?

-Si una persona da positivo, la propia aplicación avisa a la gente que ha detectado que ha estado con esa persona en los últimos 15 días y en más de una ocasión. Eso significa que mañana, en una fábrica de 1.500 personas o en un oficina de 2.000 personas, si se detecta un caso no hace falta vaciar el edificio. Sino que pueden aislarse los 15 o 20 afectados. Compagina perfectamente la parte sanitaria con la económica. No hay que olvidarse de ninguna de las dos. Vamos a planteárselo a los sindicatos.

- ¿Es partidario de que los padres con niños en cuarentena puedan cobrar una baja por incapacidad?

-Desde luego un permiso retribuido no lo veo. Si alguien se tiene que aislar por orden administrativa, deberá hacerse cargo el Estado, no las empresas. Sería cargar sobre la parte privada algo que no se puede. El Estado debe tenerlo previsto.

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