La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) aboga por una prórroga "más selectiva" de los ERTE, eliminando la prohibición de despidos a las empresas que lo necesiten, así como formar a los afectados por estos mecanismos; modernizar los servicios públicos de empleo, y diseñar una estrategia de consolidación fiscal a aplicar desde 2022, aplazando a su vez la subida de impuestos.

Estas son algunas de las conclusiones del informe final del Grupo de Trabajo Mixto Covid-19, promovido el pasado mes de mayo por Fedea y en el que han participado más de 120 expertos. El director ejecutivo de Fedea, el asturiano Ángel de la Fuente, explicó que a corto plazo lo urgente es controlar los rebrotes y adaptar las ayudas que se pusieron en marcha a principio de la crisis para fomentar la reactivación y evitar la destrucción del tejido empresarial. De la Fuente indicó que hay que hacer "de la necesidad virtud" y transformar la economía para orientarla a las actividades con mejor valor añadido y más futuro.

De la Fuente subrayó la necesidad de un acuerdo presupuestario pensando en el "interés general" para varios ejercicios con el fin de un crecimiento "inclusivo y sostenible" y abogó por empezar a diseñar ya un plan de ajuste fiscal para reconducir las cuentas públicas que se empezaría a aplicar a partir de 2022 en el que haya un "compromiso explícito" de reducir el déficit estructural en medio punto al año, siempre que no haya un periodo recesivo, para lo que apunta a actuaciones en materia de contención del gasto y medidas tributarias. A este respecto, considera que no es el mejor momento para subir los impuestos, si bien cree que podrían implementar recargos transitorios en el IRPF cuando se asiente la recuperación económica.

En materia laboral, el informe de Fedea propone ser "más selectivos" de cara a la prórroga de los ERTE que se está negociando y adaptar el esquema al de otros países como Alemania para que sea un instrumento de gestión de recursos humanos y se utilice el tiempo no trabajado para la recualificación y formación de los trabajadores. En este sentido, señala que "muchas empresas" acogidas a estos mecanismos desde marzo "quizá" necesitan acometer una ajuste de plantilla y no pueden por un marco "excesivamente rígido".