La posibilidad de que los salarios de más de tres millones de funcionarios públicos se congelen en 2021, opción que maneja el Gobierno pero sobre la que no se ha manifestado claramente, recibió ayer el rechazo frontal de los sindicatos, que advirtieron de que estos trabajadores acumulan una amplia pérdida de poder adquisitivo desde hace años.

La vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño, apuntó que los funcionarios han ganado poder adquisitivo en los últimos años y que el escenario de inflación es cero, consideraciones que, dijo, habrá que "tener en cuenta" de cara a una posible revisión de sus sueldos en 2021.

En una entrevista en "Cope", añadió que los funcionarios han recuperado las pérdidas que soportaron durante la crisis, unos comentarios que entreabren la posible congelación de los salarios de los funcionarios, algo que apunto ayer "El País" como una opción que se está barajando.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, señaló que la congelación de los sueldos de los funcionarios forma parte de una serie de posibilidades que "hay que estudiar". "Tendremos que estudiar todas las posibilidades. El país se enfrenta a una situación económica muy complicada", derivada de una "caída de la recaudación", dijo la ministra en una rueda de prensa en el Congreso, en la que coincidió con Calviño en que este cuerpo de trabajadores públicos ha mejorado su poder adquisitivo durante los últimos años.

Sin embargo, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, dijo en una entrevista en "Onda Cero" que no le constaba que se estuviera planteando tal opción y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró que "no está encima de la mesa" de negociación de los presupuestos generales del Estado para 2021. Desde el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, se señaló que "no hay nada hasta que no haya proyecto de Ley de presupuestos generales del Estado para 2021".

Los sindicatos salieron ayer en bloque en contra de la posibilidad. "CSIF rechaza la congelación salarial y reclama un acuerdo de mejora de condiciones laborales de los empleados públicos. No aceptaremos recortes: arrastramos una pérdida del poder adquisitivo de entre el 12,9% y el 17,9% desde el 2010", afirmó el sindicato. Una reacción parecida tuvo CC OO. "Las empleadas y empleados públicos han hecho un grandísimo esfuerzo por garantizar el mantenimiento de los servicios públicos durante la pandemia producida por el covid-19 y no merecen el desprecio del Gobierno".

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, advirtió que si no suben los salarios la economía española "se va colapsar todavía más" y calificó de "mal mensaje" que el Gobierno plantee congelaciones salariales. Fuentes consultadas de UGT explicaron que el equipo de la ministra Carolina Darias no les desmintió tampoco la posibilidad de una congelación. Así como tampoco les dio fecha para comenzar a negociar el nuevo acuerdo de revisiones salariales. El último, firmado con el PP, acabó con un lustro de congelaciones salariales o incrementos por debajo del IPC.