La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Asturias emerge desde 2013 en inversión en activos intangibles de productividad

La región, que partía de posiciones muy retrasadas, aceleró desde el final de la crisis y ganó cuatro puestos, aunque sigue por debajo de la media

Asturias emerge desde 2013 en inversión en activos intangibles de productividad EFE

Asturias ha roto con una tendencia negativa en la inversión empresarial en activos intangibles ligados a la productividad -diseño, imagen de marca, formación, inversiones en innovación y desarrollo (I+D), "software", bases de datos y mejoras de eficiencia- y, tras una prolongada posición muy débil, ha remontado posiciones en el "ranking" nacional a partir de la salida de la anterior crisis, en 2013. Así lo documenta la profesora Matilde Mas, de la Universidad de Valencia, en un artículo publicado en la revista "Papeles de la Economía Española", de Funcas.

Con datos hasta 2015 -últimos disponibles-, Mas destaca que "una de las buenas noticias que se han producido en el período de recuperación, a partir de 2013, es la aparición de nuevos actores tradicionalmente ausentes en las posiciones de liderazgo". "Este es el caso", afirma, "de Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares y Asturias".

En su artículo, titulado "El crecimiento de la productividad y los activos intangibles", Mas señala, a partir de datos de las fundaciones Cotec y BBVA, IVIE e INE, que si en 1995 las empresas asturianas destinaban a tales activos el 3,9% del PIB ampliado (un concepto equivalente a la suma del PIB más el valor añadido por los activos intangibles), en 2015 esa proporción había ascendido hasta el 5,4%. De este modo, mientras Asturias ocupaba el undécimo puesto de 17 en el primer año del periodo analizado (aventajaba en una décima a Andalucía y Galicia, y entre tres y nueve a Castilla y León, Extremadura, Baleares y Castilla-La Mancha), en 2015 era la séptima, empatada con Murcia. El esfuerzo realizado ha sido insuficiente, sin embargo, para acortar distancias con la media española. Si en 1995 Asturias estaba 0,7 puntos por debajo del promedio, en 2015 el diferencial había crecido a un punto. Esto fue consecuencia de que la mejora asturiana entre 1995 y 2015 (1,5 puntos del PIB ampliado) se vio rebasado por una apuesta inversora tres décimas mayor (1,8 puntos) en el conjunto de España.

Esto se explica en buena medida porque el esfuerzo asturiano se demoró hasta 2013 y no logró recuperar totalmente en dos ejercicios el tiempo perdido hasta entonces. De hecho, mientras España redujo la inversión el 1% en tasa media anual entre 2007 y 2013 (durante el periodo de la crisis financiera), Asturias la menguó en más del doble (2,1%). Sin embargo, a partir de la salida de la recesión, Asturias la aumentó el 4,9% como promedio por ejercicio frente al 4,4% español.

De todos los aspectos incluidos bajo el concepto de activos intangibles, Asturias destacó sobremanera durante el periodo de la recuperación económica en el de formación de los empleados en el puesto de trabajo, en el que se encaramó hasta la segunda posición.

La mejora de la productividad es el factor clave de crecimiento a largo plazo y desde comienzos de siglo ha mostrado un comportamiento débil en casi todas las economías, lo que se ha dado ya en llamar el enigma o paradoja de la productividad. La inversión en los factores que la favorecen y fortalecen se consideran cruciales.

Con la información reciente del proyecto EU Klems, Mas apunta que la inversión en activos intangibles está "claramente sesgada" en España hacia aquellos que tienen un impacto menor sobre las ganancias de productividad (diseño e imagen de marca), y menos hacia I+D, "software", bases de datos e inversiones destinadas a mejorar la estructura organizativa de las empresas, que tienen un impacto mayor sobre el crecimiento de la productividad.

Compartir el artículo

stats