La multinacional petrolera francesa Total trabaja con la pretensión de materializar antes de fin de año su entrada en Asturias mediante la culminación de la compra de la cartera de 500.000 clientes (el grueso de los usuarios domésticos de electricidad en la región) a la energética EDP España (antigua Hidrocantábrico).

La operación, que incluye un total de 1,2 millones de clientes en España (que suman 2,5 millones de contratos), los dos ciclos combinados de EDP en Castejón (Navarra) y la participación del 50% que EDP posee en la comercializadora CHC Energía, ya fue aprobada por las autoridades europeas de la Competencia este verano.

Medios de la multinacional francesa explicaron a este diario que la aspiración es consumar todos los aspectos pendientes de la operación en lo que queda de año aunque matizaron que en este momento aún no se tiene la certeza de que sea posible finalizar la transferencia de activos entre ambas compañías en el plazo pretendido. Lo pactado, en todo caso, es que Total esté operativa en la región a comienzos de 2021.

Con la compra de dos instalaciones de generación, el 50% de CHC y el mercado español de pequeños clientes a EDP, Total, que ya había realizado algunas inversiones incipientes en el sector eléctrico español, se convertirá en un actor relevante en el mercado nacional y pasará a ser la segunda compañía de origen petrolero que se adentra en la generación y comercialización de electricidad en España tras el paso que dio Repsol en 2018 con la compra de activos de producción y la cartera de clientes de luz y gas de Viesgo (750.000, de ellos 77.000 en Asturias) por 733 millones.

Cuando se consuma su implantación en Asturias, Total se convertirá en el operador con mayor cuota de mercado en la región en el negocio doméstico y de pequeñas y medianas empresas, seguida por Repsol, mientras que EDP continuará como líder absoluto por empleo, generación, distribución y grandes clientes industriales.

El acuerdo con Total supondrá el traspaso a la compañía gala de 280 empleados (160 de ellos, asturianos) de EDP, que actualmente tiene 1.800 trabajadores en España, de los que en torno al millar prestan servicios en el Principado.

La reconfiguración del mapa eléctrico asturiano supondrá un vuelco respecto a la realidad presente, con la implantación de las dos petroleras, los cierres de las centrales térmicas de Iberdrola en Lada y de Naturgy en Soto de la Barca (EDP sustituirá en una fecha no precisada su único grupo de carbón de Soto de Ribera por una instalación limpia) y la compra, pactada en julio, de Viesgo por EDP por 2.700 millones.

La consumación de esta operación (ahora en trámite) podría producirse también antes de fin de año, según medios lisboetas.

Con ello, la eléctrica portuguesa más que duplicará los kilómetros de red de distribución (incorporará 31.300 kilómetros en Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla y León) y también los puntos de suministro en España, que pasarán de 600.000 a 1,3 millones, y sumará 500 megavatios de potencia y unos activos totales valorados en 1.917 millones.

La ampliación de capital comprometida por EDP por 1.000 millones de euros para financiar parcialmente la compra de Viesgo ya ha sido ejecutada.

En Asturias, la adquisición de Viesgo (una compañía presente en el Principado desde 1915) supondrá la anexión por EDP de líneas de alta tensión, subestaciones (Siero y Santa Cruz de Mieres), las zonas de distribución en el Caudal y el extremo noroccidental, unos 85.000 puntos de suministro en 22 concejos, los parques eólicos de Sierra de Tineo (33 megavatios), Pico Gallo (22) y Bodenaya (18) y el control de la sociedad Barras Eléctricas Galaico-Asturianas (Begasa).