El plan de competitividad del área de productos largos de la factoría de ArcelorMittal en Veriña (Gijón) supondrá la supresión de 21 empleos en el taller de alambrón (el 12% de su plantilla de la instalación), según comunicó ayer la dirección de la compañía en Asturias a la representación laboral. Esta medida se suma al ajuste de otros 23 puestos en la acería gijonesa anunciado anteayer, con lo que -a la espera de lo que se desvele la semana próxima para el taller de carril-, el plan para la supervivencia de la división de largos entraña por ahora una reducción ligeramente superior al 5% en el conjunto de esta unidad de negocio.

Los puestos de trabajo afectados serán amortizados y los empleados serán recolocados en otras instalaciones faltas de personal, entre ellas el horno alto "A", que se prevé reabrir a fin de mes -en principio, con carácter transitorio- tras seis meses parado.

Los ajustes laborales serán previsiblemente mayores, dado que, además del que pudiera aplicarse en el tren de carril (pendiente de desvelar), la compañía va a acometer un replanteamiento general del sistema de mantenimiento, lo que afectará a personal propio y al de las empresas auxiliares. El grupo siderúrgico pretende que su plantilla reasuma algunas de las funciones que antaño fueron externalizadas a compañías subcontratadas.

Estas medidas -al igual que las inversiones que se aparcaron en 2019 en la factoría de Veriña y que ahora se van a reactivar- pretenden reflotar con urgencia la división de producto largos de Gijón, muy golpeada por la crisis general del acero en Europa, la competencia de otros operadores y más recientemente por los efectos recesivos de la pandemia.

La dirección de Arcelor reiteró ayer a la representación laboral que la situación del área de largos es "crítica" y que, de no hacerse nada -y pronto-, esa unidad de negocio no será sostenible, en cuyo caso quedaría cuestionada la viabilidad del conjunto de la factoría. La reapertura del horno alto "A" y el plan de largos los plantea la empresa como una oportunidad.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, llamó ayer en el parlamento regional al entendimiento entre la dirección de Arcelor y los sindicatos. "No es la primera vez que ArcelorMittal tiene que hacer un determinado ajuste y que se ha formalizado por la vía de la negociación y el acuerdo que garantice la viabilidad de la empresa", dijo Barbón.

Para la amortización de empleos en alambrón, el grupo siderúrgico planteó ayer volver de forma definitiva al sistema de trabajo "3TDF" (3 personas por turno de lunes a viernes, incluidos festivos, con descanso los lunes por la mañana), automatización del proceso de carga, eliminación de un puesto de gruista en acabados y cambio de jornada en recepción de palanquilla: se pasará de cinco equipos a cuatro, en ambos casos a tres turnos.

El presidente del Principado calificó ayer de "absolutamente inadmisible" la tardanza del Gobierno central en aprobar el Estatuto de la industria electrointensiva para abaratar la energía a empresas como ArcelorMittal.