La compañía siderúrgica ArcelorMittal anunció esta mañana a los sindicatos la reducción prevista de otros once empleos, en este caso en el área de ferrocarriles. Esta medida tiene por finalidad liberar personal en diversas instalaciones de las fábricas para dotar de efectivos al horno alto "A" para su reencendido, previsto para fines de este mes tras medio año de clausura.

Ayer, el grupo planteó la amortización de otros 15 puestos de trabajo en las baterías de cock con la misma finalidad.

Previamente (el martes y miércoles pasados) la compañía ya había desvelado un recorte permanente de 23 empleos en la acería de Gijón y de otros 21 en el taller de alambrón, en ambos casos para mejorar la viabilidad y competitividad del área de negocio de productos largos, cuya situación se considera crítica. La pervivencia de esta división se considera vital para la continuidad de las plantas siderúrgicas asturianas tal y como actualmente están concebidas.

La semana próxima se conocerá probablemente la propuesta de ajustes de costes con el mismo propósito en el taller de carril y falta por desvelar también el plan de mantenimiento, que afectará a tareas que desarrolla personal propio de Arcelor y sobre todo de compañçias auxiliares subcontratadas.

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