La compañía siderúrgica ArcelorMittal suprimirá con carácter permanente, mediante su amortización, 11 de los 150 puestos de trabajo en el área de ferrocarriles y transportes internos, anunció ayer a los sindicatos.

Esta medida tiene por finalidad liberar personal para dotar de efectivos a diversas instalaciones faltas de personal, entre ellas el horno alto "A", que se prevé reabrir. Con este recorte, la reducción de puestos de trabajo anunciados esta semana para su redistribución en otras funciones suman 55 entre la acería de Gijón (23), el taller de alambrón (21) y transporte (11). A ellos se suma el ajuste temporal de otros 15 empleos en las baterías de Gijón. Quedan por conocer posibles recortes en el taller de carril y en las actividades de mantenimiento.

Estas decisiones obedecen, por un lado, al propósito de devolver la competitividad, mediante la reducción de costes, a la división de productos largos, cuya situación se considera "crítica". La pervivencia de esta unidad de negocio se juzga vital para la continuidad de las plantas siderúrgicas asturianas tal y como actualmente están concebidas. Por otra parte, se pretende reabrir el horno "A" sin incrementos de plantilla ni de costes de personal. Los sindicatos afirman que la empresa ha reducido 300 empleos desde fines de 2018.